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19.

—Mi abuela se pone pesada a veces, perdona.

—No, al contrario. Me recuerda a mi propia abuela. Siempre hinchándome a comida. —sonrió con melancolía, mirando por la ventana del cuarto. HoSeok se quedó en silencio unos momentos.

—Yoon, ¿p-puedo abrirlo ya? —HoSeok tomó el regalo envuelto que le había traído YoonGi justo antes de que su madre prácticamente lo obligará a cenar con ellos.

—Sí, claro. Espero que te guste. —se sonrojó levemente y ocultó su rostro entre sus manos mientras HoSeok desgarraba con impaciencia el papel rojo.

—¿Un juego? —miró uno de los cartuchos que le resultaba conocido, ya algo viejo.

—Es el juego que me ayudaste a conseguir, ¿recuerdas? —las mejillas de YoonGi ardían, mirando al más alto entre sus delgados dedos—. No tiene ningún valor, pero es un bonito recuerdo de cuando éramos niños y me pareció...

—YoonGi... —le interrumpió, sonriendo ampliamente— ¿Quieres que te dé yo mi regalo?

—Oh, pero si no hacía falta que me hicieras un... —HoSeok acercó su rostro al del pálido, que calló y lo miró a los ojos relamiendo su labio inferior con nerviosismo.

Sintiendo su pecho estallar cuando los labios de HoSeok se juntaron con los suyos.