El Científico.

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The Scientist
(By Coldplay)

En el carruaje se encontraba leyendo ensimismada en su lectura una atractiva rubia que tenía apenas unos cuantos minutos de haber llegado a la que sería su nueva escuela.

Ella se encontraba esperando por sus padres que estaban inscribiéndola en su universidad, ella estaba ilusionada con estudiar arte, le fascinaba y era algo para lo que se estaba preparando.

El arte terrestre solo lo había visto en libros pero estaba ansiosa por aprenderlo, pero además estaba ansiosa de hacer nuevos amigos, y salir con algunas personas.

Ella observó por la ventana por primera vez desde que llegó a la Tierra el paisaje que se encontraba, el otoño estaba a punto de llegar y por ello el ambiente se mostraba gélido.

Las hojas en color anaranjado propias de la estación se empezaban a desprender de los árboles movidas por el fuerte viento que las desprendía haciéndolas caer al suelo o eran llevadas sin rumbo a cualquier parte del campus y los torbellinos formados por este viento levantaban la hojarasca la cual la movían en todas direcciones.

Ella baja el cristal del carruaje para sentir el viento helado, ella cierra sus hermosos ojos azules y mientras sonríe disfruta aquel viento que le congela sus acorazonadas mejillas, el clima le recuerda mucho a su hogar boreal y frío, ella de inmediato piensa que no será malo estar ahí, además el ver a los pocos chicos que se encontraban la hacían pensar en que sería un nuevo inició para encontrar amigos y porque no? algunas aventuras para ella, pero ella no tenía muchas esperanzas en encontrar a su príncipe, ella estaba muy decepcionada de los chicos en general aunque ella sabía que tuvo culpa en ello por su vida disipada ya que se hizo de una mala reputación en Mewni, aunque ella buscaba cambiar su naturaleza salvaje no se lo permitía a si misma, aunque había tenido cierta estabilidad con algunas chicas con las que se relacionó, pero el error que les encontraba a ellas eran los celos extremos de sus ex-parejas.

La rubia también era de naturaleza muy celosa, pero no a esos extremos.....al menos hasta el momento.....pero ella lo descubriría mas adelante.

La chica bisexual llevaba desde hace tiempo una vida lésbica ya que aunque había chicos que le atraían mucho no se atrevía a salir con ellos para evitar ser lastimada por considerarla una chica solo para divertirse, en cambio las chicas le daban su lugar como pareja, pero los celos de ellas la alejaban.

La princesa en definitiva prefería a los chicos y con todo su corazón deseaba encontrar a su príncipe para amarlo pero contradictoriamente cerraba su corazón por temor a ser lastimada, pero si encontraba a su pareja la aceptaría de inmediato, sea un chico o una chica.

Ella entonces voltea hacia el otro lado de su asiento y toma una hermosa caja de madera con mucho cariño, ella la admira con mucho amor y la abraza contra su pecho mientras cierra sus ojos, esta se encontraba tallada y pintada con hermosas figuras mewnianas las cuales de ellas sobresale una medialuna roja en la tapa.

Aquella caja era un regalo que recibió de parte de su abuela al cumplir los 14 años, ella le dijo a la hermosa rubia que ese regalo le indicaría quien era el amor de su vida, su abuela nunca le dijo como lo hallaría, solo le dijo que ella lo sabría en su momento y sus marcas de linaje también le ayudarían en ello, lo ultimo que le dijo su abuela era que ese regalo en cuanto hallara al amor de su vida debía darle la mitad de el, el cual sellaría su unión para siempre en cuanto se lo diera y solo lo podría recibir ese amor puro y eterno, pero tristemente también le dijo su abuela que ese amor le traerá mucho dolor, sufrimiento y lágrimas al inicio,  pero que esta parte pasaría y después habría solo alegría y felicidad para ambos para siempre.

Almas gemelas en la ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora