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Era un nuevo día, el mismo aire, el clima lluvioso de la ciudad ayudaba a que al menos me sintiera un poco menos asfixiado, el blanquecino me espera en la puerta para que vayamos a la escuela, caminamos a paso tranquilo, algo anda mal y el para repentinamente dirigiendo mi mirada a mí, me percató de esto y paro el paso frenéticamente, el por fin habla con semblante serio.

- Qué pasó esta vez.

Sus palabras me dejan sorprendido, últimamente tiene esa costumbre de hacerme sentir asombrado y querido.

- Solo un mal día.

(O tal vez una mala vida.)

- Lo hiciste otra vez, ¿no?

Su mirada se dirige a la manga de mi sweater la cual es más larga perfectamente para tapar toda mi mano, miro mi brazo y lo  tomo.

- No es nada.

Mi mirada decae hacia el suelo grisáceo como si fuese totalmente interesante.

- Debiste haberme llamado...

No lo dejé continuar, y con todo ese dolor guardado dentro de mí mi corazón estalló, junto conmigo en mil lágrimas.

- ¡¿para qué?!, lo único que me dirás es que deje de hacerlo, que no está bien y que las cosas no sé solucionan así.
¡Es lo único que me hace sentir vivo, ya me arrebataron todo, ni siquiera sé por qué sigo aquí!

Lágrimas incesantes caían por mis párpados cayendo hasta mi mentón para luego perderse en el aire, el me miraba con cierta lástima en su rostro, me abrazó.

- ¡pero al menos  habríamos pasado el dolor juntos, yo jamás seré capaz de dejarte, JiMin!

Mi mirada se volvió vacía, seguía llorando pero no escuchaba nada, el clima radicalmente cambio volviéndose todo totalmente gris, éste era mi punto de ruptura.

It rains broken hearts[YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora