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Había pasado un mes, las noches de JiMin se volvían cada vez más difíciles la idea de acabar con su vida se hacia cada día más tentadora, como romper el tallo de una rosa para poder decorar algo inútilmente, aún si sabes que no va a durar para siempre.
Los días de JiMin se basaban en ir a la escuela, sonreír, llorar en el baño, ir a casa, dormir; había bajado diecisiete kilos en solo una semana, YoonGi seguía insistiendo en poder ayudarlo, antes era un...“estas durmiendo poco”, ahora es un...“estas durmiendo demasiado” y es que a JiMin le obsesionan esos sueños con recuerdos de cuando solía ser feliz, pero hoy no le toca ese tipo de sueño, hoy aparece la madre de JiMin en aquel supuesto paraíso, JiMin es pequeño, corre tras de ella, ella solo lo ignora, JiMin le grita...

- ¡Mamá, por favor no te vayas!

El pequeño de ojos marrones estaba destrozado, era un día soleado y parecía que esto hacia desfallecer su alma; su madre se giró, viéndolo con repulsión.

- No debí haberte parido.

JiMin cae de rodillas al suelo, sus labios tiemblan, se vuelve pequeño, ahora sus manos rodean sus piernas las cuales están dobladas, se ve tan vulnerable y roto, Park JiMin ya no es Park JiMin ahora es sólo un espejismo lleno de promesas y corazones rotos.

- Ya basta, por favor, ya no puedo seguir con esto, por favor ayúdenme.

JiMin se siente totalmente atemorizado, se despierta llorando, las lágrimas no tardan en hacer presencia y su rostro ahora se nota más demacrado, JiMin desearía tener a alguien en su vida que no se aleje de él, que no lo traicione como los demás lo hicieron, porque JiMin aún es un ángel, un ángel porque no es capaz de devolver el daño y que por más roto que esté siempre sonríe.
Todos los días se pregunta que hay de malo en él que todos se alejan, su mente crea infinitos defectos que lo hacen sentir mucho peor, es inseguro, las personas le hicieron creer que no merece tener a nadie a su lado por ser un ser despreciable, lleno de errores y un corazón roto que jamás será curado otra vez, JiMin comprende que los demás no quieran estar con él, porque después de todo si el fuese otra persona tampoco se acercaría a alguien tan odioso.
Se ve como un monstruo, su propia imagen destrozada y atormentada por su mente, quiere que lo necesiten, como el necesitó a muchas personas a su lado y no estuvieron, y se maldice porque el se deja llevar por sus amistades aún sabiendo que solo romperán un poco más su corazón y terminarán botándolo, se ha acostumbrado a sentirse como un objeto, un objeto que es utilizado por todos para su bien, pero a JiMin no le importa cada día romperse un poquito más para ayudar a las personas, porque es la única forma de sentirse bien.

It rains broken hearts[YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora