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— Señorita ya esta listo — informa Matthew el guardia que custodia la sala de interrogatorios

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— Señorita ya esta listo — informa Matthew el guardia que custodia la sala de interrogatorios.

— ¿Ya se encuentra ahí? — pregunto interesada, y es que claro pague mucho dinero para esto.

— Si — responde con un simple monosílabo.

— Ya sabes lo que tienes que hacer, solo es custodiar la puerta y conseguirme el vídeo de la cámara de seguridad. — Me adelanto al pequeño cuarto.

Ustedes se preguntarán ¿Hara, que diablos haces en una sala de interrogatorios? ¿Acaso eres policía?. La respuesta es no mis queridos lectores. Es muy simple...  cuando andas caliente y con unas tremendas ganas de follar no piensas muy bien lo que haces o es lo que quiero creer.

Ya dentro del lugar lo primero que observo es a Mino pararse del lugar donde estaba sentado.

— Oh, Valla sorpresa tenemos aquí... Si que estás desesperada nena — Sonríe de lado.

El muy estúpido sabe muy bien cómo hacerme babear.

— Callate y solo besame — Demando.

— Sabes que no me gustan las órdenes Nena — me sienta sobre la mesa con un poco de fuerza, que a mi parecer es más que placentero. — Podría irte muy mal, incluso Daddy podría castigar ese bonito culo que te cargas — susurra y lame el lóbulo de mi oído.

Ah..¿A que esperas?...

Empieza un camino de besos desde detrás de mi oreja hasta el comienzo de mi pechos, dejando así rastros de pequeñas mordidas y mucho deseo.

Oh.. bebé el sexo contigo sabe a gloria — Alago.

—¿Por qué no te callas ya? Acaso quieres mi polla en tu boca? — pregunta malicioso.

Deslizo mis manos por todo su torso hasta detenerlas en su ingle cerca, tan cerca, pero a la vez tan lejos. Gimo cuando introduce uno de sus largos dedos en mi entrada, que ya de por si está más que lista para recibirlo.

— Por favor... — suplico.

— Podría darte todo lo que pidas,  solo tienes que hacerlo correctamente y decirme ¿Que quieres y como lo quieres? — vuelve a susurrarme al oído.

— Quiero que me la metas y lo quiero justo como tu lo sabes hacer — Sí mi segundo nombre es Franqueza.

Me recuesta sobre la mesa e introduce un tercer dedo que hace más que estremecerme. Lo placentero aquí es esa manera de moverlos, ¡Dios!, hasta ahora nadie se compara con el.

—¿Estas lista para que Daddy te entierre su enorme polla? — Si que la tiene enorme, creanme no miente.

Comienza a entrar lentamente en mi apretada entrada, con unos movimientos tan lentos como profundos.
Me dedicó a rasguñar su espalda y enterrar mis cortas uñas en la piel de sus hombros. Hago un pequeño movimiento con mis caderas así indicándole que ya puede hacer su magia. Comienza a moverse y Joder el hombre si que es intenso.

Ah.. Sí Daddy, justo ahí...

— ¿Ahí? — Toca ese punto que literal te hace rodar los ojos de puro placer.

Luego de unas cuantas embestidas más siento como su cuerpo se tensa y se que está tan próximo al orgamos como yo.

— Daddy siento que me.. Ah.. — aumenta el tono de mis gemidos cuando muerde ligeramente uno de mis pezones.

No necesitamos más para corrernos de manera simultanea.. 

...

— Gracias por el orgasmo — susurro es su oído. — Tengo una recompensa para ti y necesito que la aceptes. 

— Ni siquiera lo pienses — me reta

— ¿Por qué?, No lo entiendo ¿cuál es tu deseo de quedarte aquí? Cuando sabes que con solo un chasquido estarías fuera. — pregunto alterada.

— Necesito tiempo para pensar.

— Pero claro, como no lo pensé antes —Respondo sarcástica.  — Ahora me entero que el mejor lugar para reflexionar sobre la vida es la cárcel.

—No es solo eso.

— ¿Entonces qué? Dame una buena razón para estar sin ti.
Tu mejor que nadie sabes que solo somos tu y yo contra el mundo. —Señalo ya cabreada.

— Lo sé, pero es que... Aiss... Has lo que quieras — suspira.

—Ya sé que no te gusta que haga esto y es irónico porque fue lo que tú me enseñaste, así que ahora no te quieras hacer el Santo.

— Y me arrepiento — responde cabizbajo. —Ya no quiero que seas así, En realidad nunca lo quise...

— No te culpes, nunca me obligaste, además yo te lo pedí ¿Recuerdas?.

—Lo hago, aún así no me hace sentir mejor.

—Venga Mino te haz ablandado. — Bromeo  — Necesito sacarte de aquí rápido o me quedaré sin amigo.

—Ya terminó el Tiempo de visita — Interrumpe Matthew mi querido amigo el guardia.

— Si ya voy — le hago una seña. — Adiós Mino, espera y pronto estarás fuera — me acerco y le planto un pequeño beso en la frente. — Te quiero.

— También te quiero — responde de vuelta.

No me gusta dejar a Mino en ese lugar, esta más que claro que desde que pongo un pie fuera comienza a torturarse con cosas del pasado en las cuáles ya no debería pensar.

Necesito dinero para sacar a Mino de la cárcel y ya sé donde lo puedo conseguir.

—¿Quien habla? — preguntan al otro lado de la línea.

— Por favor Park ya sé que estabas esperando mi llamada — utilizo mi tono arrogante.

— Me has descubierto, como siempre tan inteligente Hara.

—No te llamo para escuchar tus halagos baratos. Necesito dinero.  ¿Que tienes para The Queen? — Llego al punto que nos interesa a ambos.

— Tengo fiesta mañana, no se si quieras participar.

— Al punto — hablo ya molesta de tanto rodeo.

— Según tengo entendido,  vendrán unos cuantos chicos, Jóvenes, y puede que soliciten tus otros servicios. ¿Ya sabes de lo que hablo? — Interpreto su doble sentido.

— ¿Cuanto es la Paga?— Lo ignoro — Ya sabes que las Reinas necesitan lo mejor. — Recuerdo. 

— Para ti tengo 2 Millones de los verdes. Te sirven para zapatos?, puede que con esos te alcancen para dos pares — lanza una carcajada.

— Acepto — cuelgo.

Pronto, muy pronto estarás fuera bebé.


Give Me All [HyungWon] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora