Cuanta más arena ha escapado del reloj de arena de nuestra vida, más claramente deberíamos ver a través de el.
- Nicolás Maquiavelo.
En una de sesiones grupales que manteníamos en aquel lugar tan adentrado en el psique humano, él simplemente levantó un vaso de agua.
Todo el mundo esperaba la típica pregunta, "¿Está medio lleno o medio vacío?"Sin embargo curiosamente esos ojos vacíos y escrutantes nos hicieron otra pregunta aquel día.
- ¿Cuánto pesa este vaso?
Las respuestas variaron entre los 200 y 250 gramos.
El señor respondió con una mirada profunda.
- El peso absoluto no es importante. Depende de cuanto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema. Si lo sostengo in día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero cuánto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve.Y continuó.
- Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento, son como el vaso de agua. Si piensa en ellos un rato, no pasa nada.. Si piensas en ellos todo el dia, empiezan a doler. Y si piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado, e incapaz de hacer nada.
Los años pasaron tras esa pequeña historia de fácil entendimiento y profundo transfondo.
Jamás pude llegar a olvidar la sonrisa final de aquel hombre que alberca a en sus ojos la sabiduría mas pura y cristalina que logré ver.
Y las palabras finales a aquella historia que pronunció con una sonrisa ladina.
"Aprende a soltar el vaso."