Love Is Love

8. Party Time

Pov. Kristine

Era la noche de Halloween, una de las mejores noches del campamento. Todos estábamos reunidos en la fogata.

Varios semidioses pasaban al frente y contaban sus historias de miedo, algunos incluían mitos de la antigua Grecia, pero la mayoría ya se los sabían.

-Leo! Cuenta una historia!- Dijo un pequeño de la cabaña de Hefesto, honestamente no sabía su nombre y estaba bastante concentrada armando mi s'mores.

-Ya contaron todas las buenas, lo siento peque- Dijo Leo revolviéndole el cabello al pequeño.
-No! De esas no! De las que a veces nos cuentas!!

-Ah! Te refieres a leyendas mexicanas no?
-Sí! Eso!!- Chilló el pequeño.

Ahora sí tenían mi atención, honestamente siempre me había fascinado la cultura de México, sus tradiciones, costumbres, comida, todo.

Mamá solía contarnos esas leyendas a Julio a mi. Miré hacia Julio y lo vi charlando con su novia animadamente, que bueno que solucionaron sus problemas.

Julio me cachó mirándolo, hizo el signo de amor y paz con sus dedos y se los llevo a los ojos haciéndome saber que me estaba viendo. Rodé los ojos, sabía que él no dejaría ir nuestra conversación de ayer.

-FLASHBACK-

-Uh...de que hablas?- Pregunté intentando que no se notara mi nerviosismo a su pregunta.

-Vamos, a tu hermano no lo engañas- Dijo Julio viéndome con curiosidad.
-Sigo sin saber de qué hablas, solo somos...amigas- Respondí sin importancia parándome de la cama.

-Mientes- Dijo Julio recargando su barbilla en su mano aún mirándome.
-Seguramente los demás se pregunten en donde estamos, ven, tenemos que alistarnos para el captura la bandera.

-No podrás evadir esa pregunta por siempre- Dijo Julio a mis espaldas mientras caminábamos a la cabaña 6.

-FIN FLASHBACK-

Y odiaba admitir que mi hermano tenía razón, no podré evadir esa pregunta por siempre. Le di una mordida a mi s'mores mientras escuchaba atentamente la historia de Leo.

Su versión de La Llorona no estaba lejos de la mía, además hacía efectos con el fuego que lo hacía ver súper cool.

Esa noche, no la pasé tan bien como esperaba. Pues aún esa pregunta me atormentaba.

Ya sabía la respuesta, sí, me gustaba Amanda. Pero la chica estaba súper confundida y no sabía lo que hacía. Sus papás son homofóbicos, sus padres la controlan, prácticamente ella no podía hacer nada sin que la estuvieran vigilando.

Y por un lado, sentía lástima por ella, pero por el otro, solo tenía que esperar a que este año terminara y jamás la volvería a ver.

Pero...en realidad quería eso?

Suspire cansada terminando mi s'mores, me paré del tronco en el que estaba sentada y caminé a la Casa Grande sabiendo que estaba vacía.

Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta de cuero negro mientras caminaba. Logré meterme sin problemas y empecé a buscar alcohol en el refrigerador personal del Sr. D

Habían varias latas de coca, una que otra botella de vino pero solo eso. Suspire frustrada, al no encontrar lo que quería.

Supongo que tendré que salir del campamento.

Pov. Amanda

Me miré en el espejo por quinta vez, no me gustaba mucho mi disfraz pero había quedado en ir de conejita con Kelly.

Traía puesto un short blanco corto, una blusa blanca pegada que dejaba a la vista mi ombligo, unas orejas de conejo y por último la colita.

Era un disfraz muy atrevido. Me pregunto que estará haciendo Kristine ahora...sacudí esos pensamientos de mi mente antes de salir de mi cuarto.

-¡Wow! Aun no quiero sobrinos eh?- Dijo Austin bromeando, él ni siquiera iba bien vestido. Iba todo de negro y solo traía una máscara de Batman.

-Cállate y conduce a la fiesta

Las únicas razones por las cuales accedí a ir a esta fiesta:
1. Por mis amigas.
2. Para mantener mi status social
3. Para complacer a mamá y a papá, porque si no iba, ahora sería conocida como la aburrida que se queda en casa.

Aunque yo estaba bien quedándome en casa viendo la tele, además mamá también había escuchado sobre el chico nuevo en la escuela y quiere demostrarle a las mamás de mis amigas que él será mi novio.

No está tan mal supongo, pero sigo sin entender por qué Kristine se ríe cuando le cuento mis planes.

Llegamos a la casa en donde sería la fiesta, cuando bajé del carro empecé a recibir varios silbidos y comentarios. Cuando divisé las orejas de conejo negras de Kelly, me acerqué a ella sin dudarlo.

-Malas noticas, Nico no vino- Dijo con un puchero.
-¿Quién?- Pregunté confundida.
-El chico nuevo- Dijo Kelly con obviedad. Bueno, la cuarta razón para estar allí está eliminada.

-No lo necesitamos para divertirnos, ven- Dije tomando su mano jalándola a la pista de baile improvisada.