Just my favorite alien

Capítulo 4

Inmediatamente leí su mensaje, decía; -Lamento que mi hermano nos interrumpiera, espero que no te molestes.-

Rápidamente le envíe un mensaje diciéndole que no se preocupara, que todo esta bien. Como era de esperarse, Bill me contestó rápidamente, diciéndome sí quería salir mañana, obviamente respondí que sí,que en donde nos veríamos, su mensaje decía que pasaría por mi a la hora que yo quisiera. Me sentía rara, extraña cada vez que hablaba con el. O por dios estoy enamorada, me jure que nunca me volvería a enamorar, de los hombres nunca hay que confiar o eso me decía mi madre.

En la mañana, me despertó un mensaje suyo, diciéndome que tenga un excelente día, eran las 9 a.m y baje a desayunar. Me mantuve firme y decidí llamar a Bill, lo llamé y no me contestó, otra vez llamé y nada, me di por vencida y salí del hotel posiblemente a pasear.

De repente vi Bill con Tom, paseando a un perro, era un pastor alemán, los dos traían ropa deportiva, no quise interrumpirlos, así que me fui a la plaza más cerca. Llegué y vi a Bill con otra ropa, no lo podía creer, no se sí era mi imaginación o era real, pero estaba feliz. Me acerque más para saber si era real o no, no perdía nada.

Al final siempre si era Bill, se veía igual de guapo como siempre, con esa ropa obscura. Me di el valor de hablar primero.

- ¡Hola!-

- Hola, al fin veo a esa muchacha de cabello chino,- sonríe- ¿cómo estas?-

- Bien y, ¿tu?- me sonroje

- Bien, ¿ quieres acompañarme, a caminar?

- Si, porque no.- nos miramos a los ojos, fue lindo.

Paseamos por toda la plaza, entramos en tiendas.

- ¿Me haces un favor?- dijo agarrándome de mis hombros.

- Supongo que sí, ¿qué favor es?-

- Solo quédate aquí, te-tengo que comprar algo-

- Okey- Me quedé con una cara de confundida.

Vi un asiento, me acerque y me senté, esperé media hora sentada. Al fin salió con una bolsa roja, con el logotipo de la tienda, y una gigante caja color blanca.

- ¿Quieres que te ayude?- estiré mis brazos para que me colocara algo.

- No gracias, lo tengo todo controlado.- me dedicó esa sonrisa que enamora.

Seguimos paseando, vi mi reloj, me sorprendí cuando vi la hora.

- ¡Ya son las 5:00!-

- Si, ¿qué tiene?-

- Que me tengo que ir, lo siento, me encantó este rato contigo.-

- Pero, ¿por qué te tienes que ir?-

- Estem.... Porque es hora de la comida y tengo hambre, hehe-

- Ah eso, ven, te voy a llevar a comer-

- No, no es necesario-

Me tomo de la mano y jalaba hacia su camioneta, puso la bolsa y la caja en la cajuela, y nos subimos, fuimos a un restaurante cercano. Comimos mucho, pues los dos teníamos demasiada hambre. Bill pagó todo, nos volvimos a subir a la camioneta, y esta vez en dirección al hotel.

- Gracias Bill, de verdad no tenías que hacerlo.-

- No importa, ¿te veo mañana?-

- Si, mañana entonces-

Llegue a la habitación contenta de lo que había pasado.