GEMELAS 《TERMINADA》

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GEMELAS
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—Apostemos algo.

—No apostare nada, ya te lo dije.

—Antes lo hacíamos.

—Antes solo éramos niñas.

—No hay que perder jamás la niñez.

Suspiré. Con ella no se puede. Si seguimos entre el sí y el no me cansaré más rápido yo porque al final ella tiene algo que termina convenciendo hasta al más duro de tratar.

—¿Ganaré algo si me sigo negando? —pregunté ya derrotada.

—No —contestó victoriosa y saltando como niña— Déjame pensar.... —con uno de sus dedos, golpeaba su mentón buscando el reto perfecto— ¡Ya lo tengo!

—Pero no grites que no estoy sorda —le reprocho riendo por su euforia.

—Nos haremos pasar la una por la otra el día de la cena de compromiso y...

—¿Estas demente? ¡No haré eso! —grité molesta.

¿Cómo se le ocurre que le haría eso a Edward?

—¿Qué pasa? Es una buena manera para cerciorarte de que Edward es el hombre que quieres en tu vida. Casarse, y más de la manera tan apresurada como lo están haciendo, es simplemente  demasiado. Déjame tratarlo, sabes que soy buena persuadiendo a la gente y haré que él me cuente todas sus penas —concluyó de manera dramática.

Rodé los ojos. Definitivamente no se puede con ella. Suspiro.

—Está bien —me siento en la cama con pesadez.

No puedo creer que vaya a casarme. Sé que debería estar feliz pero estoy confundida, no es porque no quiera a mi prometido, con Edward me divierto y es muy gentil, es solo que... hay algo que me entristece y ni siquiera sé a qué se deba. Sentí las manos de mi hermana sobre mi cabello.

—Todo estará bien, Bella —ella sentía mi contradicción interna y es que siempre lo que le pase a una la otra lo siente.
Comenzó a peinarme, eso nos relajaba a ambas.

—Eso espero Elena —contesté desanimada y sin poder contenerme, comencé a llorar.

Elena me abraza con fuerza pero no puedo parar, las lágrimas salen sin reparo.

—¿Por qué no lo detienes?

—No puedo.

—¿Pero por qué? Serás tú quien sufra en el futuro y eso no es justo.

—Lo quiero Elena y sé que seré feliz a su lado.

—Pero no lo amas Bella y no vas a amarlo nunca porque no se aprende a amar, se ama y ya y eso nadie lo puede evitar. Cuando el amor llega, ni aunque lo fuerces lo sacaras de ti.

Sé que ella tenía razón pero no puedo abandonar a nuestro padre. Él me necesita.
Yo quiero a Edward y seré buena esposa para él porque sé que me corresponde. Además, con este matrimonio mi padre no perdería la empresa a la que le ha entregado años, aliento y vida. Quedaría destrozado si la pierde y si me caso, la empresa de mi padre y la de Edward se unirán y al hacerlo mi padre no la perdería.

Por lo tanto, debo casarme.

🖤📝🖤

Como pasa el tiempo.

Una semana atrás, justo estaba hablando con mi gemela de mi compromiso y ahora ya estaba a punto de comenzar la cena.

No he visto a Edward desde hace un mes ya que, por trabajo, él tuvo que viajar a Italia, pero hoy llega a la ciudad para hacer formal, frente a todos los invitados, nuestro compromiso.

Como habíamos acordado, Elena se haría pasar por mí en toda la noche. Ella es más extrovertida que yo pero a la hora de los cambios de identidad, nadie notaba diferencia porque cada una conoce a la perfección los gustos y disgustos, expresiones, gestos y toda característica de la otra, por lo tanto, será llevado a cabo ningún problema. Aunque no me gusta andar revoloteando de aquí allá... pero en fin, estoy confiada en que Elena hará bien su papel de mi.

—Deja te peino —Elena comenzó a arreglar mi cabello a su estilo y se arreglo el suyo a mi estilo.

Nuestro cabello es totalmente liso, a ella le encantan las coletas altas y me hizo una pero de lado, formal y atrevido. En cambio, a mi me encantan los prendedores, ella se dejó el cabellos suelto y al frente lo recogió, colocando unos prendedores de mariposas, eran hermosos.
El maquillaje me correspondía a mí. A ella la maquillé con tonos suaves, solo el lápiz de ojo le resaltaba, mientras yo me maquillé un poco más fuerte, tal como a ella le gustaba.

Ambas debíamos usar vestidos, el mío era negro —no me disgustaba pero preferiría otro color al negro... tampoco es un velorio—, tallado al cuerpo, es de una sola manga que llega hasta la muñeca, y totalmente liso hacia abajo, era muy cómodo, podía moverme con facilidad. Mis tacones altos tenían negro toda la parte del tacón hasta el comienzo del pie, el resto tenía rayas blancas y al frente un ligero amarre, siempre anexado como diseño. Elena estaba casi igual, a diferencia del vestido, el suyo era beige y sus zapatos morados con brillantina al frente del mismo color.

Ya estábamos listas. No necesitábamos que nadie nos atendiera ya que nosotras manejábamos un salón de belleza... y con respecto al vestuario, mi madre maneja una tienda de moda que quiso heredarnos pero optamos ambas por el salón que era donde más demostramos nuestras habilidades.

—Esto será pan comido —sonrió Elena para tranquilizarme.

—Quizá para ti, porque yo estoy un manojo de nervios.

—Deberías relajarte, el trabajo duro lo haré yo.

—Sí claro. Te advierto que no besaré a Damon —advertí seria.

—No importa. Igual, si no quieres que te bese, trata de no estar mucho a su lado. Le gusta robar besitos —me advirtió con la diversión plasmada en su rostro.

—No es gracioso Elena. Damon es tu novio y aunque a ti se te haga fácil besar a Edward, a mi no se me hace fácil andar besando a cada chico —bajo la mirada avergonzada.

—Ya sé que Edward es al único que has besado y hermana, no porque haya sido el primero significa que debes casarte con él. Puede que tu verdadero príncipe azul te este esperando y tú no te darás...

—Para ya Elena. ¿Crees que es fácil para mí todo esto? —la silencie, frustrada por la situación.

—Sé que no Bella y por eso no quiero que lo hagas. Ya nuestro padre encontrará la forma de levantar la empresa pero el que estemos mal, dependiendo del salón y la tienda de nuestra madre, no quiere decir que estás en la obligación de mantener a la familia. Por favor Bella, ¡Tienes 20 años! No es justo que te sacrifiques. Ignora a nuestro padre cuando dice que ustedes son la pareja perfecta porque eso prácticamente es como decir; "así no perderemos la empresa" y te sientes presionada y hasta obligada. Para esto Bella...

Ella tenía razón. Claro que la tenía pero no del todo y no puedo parar nada a estas alturas. Ya todo está organizado y de la noche a la mañana no puedo cancelarlo, eso se vería muy mal para nuestra familia. No puedo evitar lo que ocurrirá.

Debo casarme, sí o sí.

—Ya estoy lista. Creo que debemos bajar —sin esperar respuesta de su parte, salí de la habitación.

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Esta historia es la más "sana" y apta para todo público que he hecho jajajaja.

Por falta de títulos... hay estrellitas 😂😂

Creo que haré un "extra" o ¿epílogo? porque al editar se me han venido ideas... so... veamos que sale.