☆☆

475 36 0
                                    

🖤📝🖤

Al bajar, vi a mis padres conversando con unas personas, que ni idea de quienes eran. Me quedo un momento observando el salón repleto de gente desconocida. Amigos de mis padres y accionistas de la empresa de Edward... o eso tengo entendido.

Somos de familia acomodada, pero Elena y yo decidimos que si queríamos algo lo trabajaríamos, aunque mis padres puedan costeárnoslo. Así nos hicimos de nuestro propio salón de belleza.

Mi padre es un hombre respetable, pero un personal que trabajaba para él provocó, de algún modo, involucrarlo en cosas ilícitas y de esa manera, la empresa de mi padre se está yendo abajo. Si Edward invierte en la compañía de mi padre como acordaron, se harían socios y así mi padre levantaría su empresa con su ayuda.

—Bella —giro mi rostro y observo como Damon, el atractivo novio de mi hermana, se acerca hacia mí.

—Hola Damon —respondió mi hermana detrás de mí y hasta entonces me percaté de su presencia. Creí que Damon nos había descubierto y ni siquiera habíamos comenzado la noche— ¿Cómo has estado?

—Bien —vacilante, Damon la miró frunciendo el ceño, parecía confundido— ¿Y tú? —preguntó respetuosamente, como siempre me sabe tratar y recomponiendo su postura.

—Muy bien —le contestó Elena, ofreciéndole una tímida sonrisa.

—Discúlpame amor, por un momento las confundí a ambas —Damon se acerca un poco más a mí, viéndome con una ligera sonrisa— Por cierto... se ven hermosas.

—Gracias —contestamos Elena y yo a la vez.

¿Cómo pudo percatarse en un inicio que yo no era Elena?
Me ha impresionado y tomado por sorpresa y de alguna manera grata me ha mostrado lo importante que es Elena para él y que de entre la multitud él siempre podrá ubicarla... es tan romántico y una sombra de tristeza cruzó en mi ser. Damon es tan atento a Elena.

Me recompuse de inmediato, lo importante es que todo vaya marchando bien. Escuché como un auto se estacionaba frente a la casa. Y minutos después Edward entraba al salón.

Edward Cullen es un hombre imponente. Me sobrepasa casi ocho años, con los demás y porque su empresa técnicamente lo obliga, se muestra como un hombre de carácter sumamente fuerte, es ambicioso en su trabajo y planes a futuro. Sus ojos varían en ocasiones, a veces verde y a veces color miel, según el ambiente... es realmente fascinante. Es un hombre muy ocupado y a pesar de todo, se toma el costo de hablarme donde quiera que se encuentre.
Trabaja al lado de su padre y su madre es una importante diseñadora de moda quien se entiende con mi madre para su boutique.

Edward parece ser un hombre amargado a la vista de terceros, pero en realidad es un hombre gentil y dulce, sin duda posee una seguridad en sí mismo que me sorprende, pero siento que a su lado estaré siempre de la mejor manera porque me lo ha demostrado y cuida cada detalle para hacerme sentir cómoda a su lado.
Jamás se ha propasado conmigo, es extremadamente caballeroso y lo más importante, me hace sentir confiada de él, es como si pudiese hacer cuanto se me plazca y él me apoyará, aún así,  me reservo muchas cosas para no importunarlo.

Veo como Edward se dirigió directamente a mis padres. Los saludó cortés y educadamente y ya que estaba cerca de ellos logré escuchar lo que se decían.

—Buena tarde Señor y Señora Swan, un placer saludarles —saludó Edward, estrechando sus manos.

—Buenas tardes joven Cullen, el placer es nuestro al tenerlo en nuestra casa —responde mi padre muy animado.

Me entristece ver a mi padre de esa manera, sé que está desesperado pero no se ha tomado el costo de verme a mí y preguntarme si realmente quiero todo esto. Simplemente se emocionó cuando le di la noticia del noviazgo y sé que espera ansioso el compromiso formal de matrimonio.

—Bella, acércate hija —llama mi madre y cuando estoy a punto de caminar, Elena pasa sobre mí.

¡Había olvidado la apuesta!

Siento unos brazos envolver mi cintura y besarme el hombro desnudo, pego un pequeño brinco por la impresión y me doy cuenta que es Damon.

Esto es demasiado incomodo.

—Realmente te ves hermosa, me pondré celoso porque todos te ven —me susurra y lame mi oreja.

Me separo de él suavemente y entrelazo nuestras manos, acercándonos a mi familia, me acerco a su oído y le susurro algo provocativa;

—No me interesa nadie más que quien sostiene mi mano en este momento —Damon me sonríe, pareció satisfacerle mi comentario y me felicité mentalmente por interpretar bien a Elena.

Al ver su intención de querer besarme, caminé apresuradamente, uniéndonos al resto.

—Mil disculpas Isabella —escuché a Edward decir a Elena, se notaba muy apenado— No me he percatado que estabas cerca. Se ve usted radiante, futura señora Cullen —sin importar quien lo mirara, Edward acogió la mano de Elena y le depositó un suave beso, luego otro en la comisura de sus labios.

Una presión dolorosa en mi pecho me hizo apretar los dientes para tranquilizarme. Sentí mi corazón encogerse ante la escena pues a quien besa no es a mí, sino a mi hermana y me ha dolido porque a diferencia de él... Damon me reconoció al instante.

—Descuida Edward —abro los ojos como plato. ¿Acaso Elena se ha sonrojado? Ella jamás se sonroja, eso me hacer querer reír pero sé que me delataría. Ella sí que sabe fingir— ¿Quieres bailar? —bueno... creo que hable demasiado pronto.

Suspiro y veo como Edward frunce el ceño y a mi hermana cambiar de expresión. Sabe que ha metido la pata. Eso jamás lo diría yo ni en un millón de años. ¡Qué vergüenza!

Elena baja la cabeza "apenada", Edward sonríe con dulzura y ya que jamás soltó su mano, la conduce a la pista de baile y de inmediato suena una canción lenta.

—No es mi estilo de música pero... ¿Quieres bailar? —miro a Damon y con una sonrisa aparentando ser mi hermana, hago leve presión en nuestras manos entrelazadas y lo llevo a la pista de baile.

En la pista solo estamos; Elena con Edward, Damon y yo.
Me recuesto en el pecho de Damon y auqnue no me guste bailar me defiendo perfectamente y me dejo llevar. Definitivamente Damon no es para nada feo y su cercanía no me incomoda, es muy agradable y siempre me hace sentir encajada cuando mi hermana y él se reúnen.

Damon Salvatore, es un hombre corpulento, sus ojos son de un profundo verde intenso, muy hipnóticos. Tiene siempre un semblante relajado y divertido que es inevitable no unirse a sus locuras. Es muy perceptivo y cuida mucho a mi hermana, se nota el amor que se tienen el uno al otro... Elena a su lado es más explosiva y sonríe siempre.

Levanto la cabeza y me arrepiento de inmediato... Elena y Edward están besándose.

Cierro los ojos sintiendo segundos después unos suaves labios sobre los míos, los abro sorprendida y Damon, con sus ojos cerrados mueve sus labios sobre los míos con delicadeza. No puedo corresponderle, él es como un hermano mayor para mí.
Pero si no le correspondo va a sospechar...

🖤📝🖤


GEMELAS 《TERMINADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora