Cuando Alexander entró al salón el silencio sepulcral que se hizo fue impactante, respiro profundamente para calmarse,lo distrajo un decidido tac, tac de unos golpes en el suelo, acompañando a ese golpeteo venía Samantha y su marido detrás, ambos con sonrisas amables y las de él divertida.
— Bienvenido señor Alexander. — Dijo ella dando dándole la mano firme, le dio un sacudón y luego saludó a su madre de la misma manera, por el rabillo del ojo vio cómo su madre saludaba sorprendida.
— Bienvenido. — Le dijo Nicolás. — Es un honor para nosotros que haya aceptado la invitación.
Luego de un tenso silencio, Samantha sonrió y los condujo a la mesa de refrigerios, Alex vio que asesinaba a los músicos con la mirada y estos comenzaba a tocar.
Después de eso el ambiente se calmó bastante, claro que lo observaban, hasta que una mujer entró a la casa, con su belleza deslumbrante se robaba la atención. Amanda Birthwistle era todo lo que decían y más, parecía intocable e inalcanzable. Pero a pesar de su belleza mareante, Alex no podía quitar sus ojos de Meredith, que estaba al costado del salón. Era una joven bastante interesante y hermosa al lado de otras, pero claramente que Amanda se llevaba toda la atención, pero para él era la más hermosa de todas las jóvenes de ese lugar.
Disimuladamente Alex se acercó a Meredith que estaba inconfundible con ese vestido rojo con cintas de raso. Se paró a su lado y trato de no mirarla pues temía que si la miraba no podía quitarle los ojos de encima.
— Estas esplendida esta noche. — Dijo él en un susurro.
— Tú también. — Observó el salón y se percató de que la atención se dividía entre Lady Amanda y Alex. — No dejan de mirarte, deberás sacar a bailar a todas las jóvenes.
— A ti también. — Alex sonrió y ella se alejó rápidamente.
La cena fue amena y tranquila, a Alex lo sentaron al lado de Samantha, enfrente suyo estaba la pareja Birthwistle y los Liddington. Gracias a su posición pudo escuchar casi toda la conversación de la pareja anfitriona y sus invitados de honor. Básicamente hablaron de perros y búsquedas. Amanda y su hermano estaban sumamente interesados en las búsquedas y en eso se basó toda la charla. La comida era exquisita y variada.
Alex clavó los ojos en Meredith que estaba bastante alejada del centro; pero la podía ver perfectamente hablando con un hombre. Alexander trato de no quedarse mirando embobado a Amanda ni Meredith asique miraba para otro lado o su plato. Cuando el lacayo retiró los platos la segunda vez, cuando se agacho para buscar los suyos escucho como susurraba Samantha.
— Cuando traigan el tres a mi me traes del uno.
— Si mi señora.
Alexander vio cómo su marido apretaba los labios para disimular una sonrisa y Samantha continuó hablando con el hombre de enfrente como si nada.
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El pasado de Alexander (Saga Kuznetsov 1) ✓
Romance[Disponible completa en Amazon Kindle] "El pasado de Alexander", es una novela que atrapa desde las primeras páginas. ¿Cómo puede, al principio trabajosamente, superar una persona el infierno sufrido, por haber sido prisionero de guerra? ¿Cómo puede...