Mil demonios en tus ojos (Laughing Jack)

Cap #17

Para cuando Pandora despertó el Sol ya se había ocultado, la luz de la Luna se colaba por entre las cortinas que cubrían la ventana que quedaba justo frente a la cama, abrió los ojos e instintivamente tocó la cama buscando  LJ pero no encontró nada. Recordó todo lo que él le dijo antes de desaparecer y no pudo evitar echarse a llorar.
Así transcurrió lo que pudo ser un día, una semana o un mes; nada estaba totalmente lúcido para ella. Veía cómo la luz del Sol entraba por la ventana y se deslizaba por todas partes para darle paso a la luz de la Luna y que esta hiciera lo mismo.

      *************************************************************** 

Habían pasado 5 años desde la última vez que Pandora miró a Laughing Jack. En ocasiones le era difícil discernir si lo que había pasado con él en realidad había pasado o no. En todo ese tiempo no regresó a casa con su mamá, no porque sintiera que la ponía en peligro, sino porque se sentía cómoda estando sola, había formado una vida nueva en Ohio, visitaba a su mamá de vez en cuando; en navidad y su cumpleaños. Había ocasiones en las que se sentía observada por las noches, pero nunca abrió los ojos para confirmar sus sospechas, aún no podía decidir si la razón por la cual no lo había hecho aun era porque sabía que si él estaría allí  no sabría qué decir o hacer o si al hacerlo solo se percatara de su ausencia la lastimaría más.

En ocasiones creía ver aquél humo característico de él dispersarse en alguna esquina de su cuarto u oficina pero no le daba importancia, creía que era solo su mente jugándole una broma pues lo anhelaba con tanto desespero.

Una noche de fin de semana, Pandora se reunió con sus colegas del trabajo. Había conseguido trabajo en un despacho contable, no era lo que más le apasionaba pero le daba el suficiente dinero para mantener una vida cómoda.

Estaba vistiéndose para ir a bailar. Eligió un vestido sin tirantes, negro ajustado al cuerpo, le llegaba a la mitad del mulso y estaba cubierto de lentejuelas verde con azul en un patrón de escamas, recordó que al verlo en la tienda le había parecido como de sirena y le había gustado mucho, venía a juego con unas mangas que iban desde la muñeca hasta el bíceps, calzó unas zapatillas altas color negro con plataforma, un collar plateado con el dije de un corazón negro. Se echó un último vistazo antes de salir en dirección al club donde se encontraría con sus amigas, su maquillaje se veía bien al igual que su peinado, se giró para ver su espalda, no había ninguna marca, ni rastro de las heridas que años atrás habían permanecido por semanas como recién hechas otro motivo más para pensar que quizá había imaginado todo. Sacudió esa idea de su mente y sonrió, sería una noche divertida y alegre.

Al llegar al club sus amigas la estaban esperando y la recibieron con mucho gusto. El volumen de la música era alto  y los cuerpos de las personas bailando chocaban entre si. Pandora sentía el cuerpo caliente después de varios tragos, comenzaba a ver todo borroso y se sentía muy animada, sentía el sudor recorriendo su espala y frente por tanto bailar, las zapatillas comenzaban a lastimarle los pies así que decidió ir a unas bancas que estaban justo afuera del club para tomar algo de aire fresco y descansar los pies.

Recargó su espalda en la fría pared mientras inspiraba hondo el aire fresco de una noche de otoño, cerró los ojos y se relajó mientras reunía fuerzas para volver adentro y seguir bailando. Sintió como la banca en la que estaba sentada se movió y abrió los ojos algo curiosa, junto a ella estaba un hombre unos años más grande que ella, estaba en la misma posición en la que estaba ella antes de que se girara a ver a su extraño acompañante, él abrió su ojo derecho y la miró sonriendo.

- Hola, no era mi intención perturbar tu meditación - dijo de manera animada y alegre con su voz gruesa y profunda. - 

- No te preocupes, estaba por regresar adentro - dijo Pandora poniéndose de pie para entrar nuevamente al club.

- Mi nombre es Jack - dijo el hombre también poniéndose de pie y extendiendo una mano para saludarla. Su piel era muy blanca, incluso parecía enfermiza. Su cabello negro y largo le llegaba casi a los hombros, estaba algo despeinado, el traje negro que llevaba puesto tenía pequeñas líneas blancas horizontales que a simple vista hacían parecer que era de color gris.

Pandora no pudo evitar sentir una corriente eléctrica recorrerle la espina dorsal al escuchar el nombre del hombre que se presentaba ante ella. Había algo extraño en el color gris claro de los ojos de ese hombre que le recordaban a los de Jack, sintió un vuelco en el corazón cuando el hombre le sonrió y supo de quién se trataba. Dio un paso hacia atrás tropezándose y casi cayendo de no ser porque el brazo de Jack se estiró mucho más de lo que era normal y la sujetó para evitar que cayera al suelo, Pandora no estaba equivocada; él era "su Jack".

Ella se dejó sostener por el largo y fuerte brazo de Jack, sintiendo cómo este la acercaba a él mientras lo veía a los ojos anonadada, estaba confundida y se sentía mareada, no sentía las piernas y estas comenzaron a fallarle, perdió las fuerzas pero Jack la sostuvo ahora con los dos brazos rodeando su cintura. Le tocó el rostro, no creía que eso estuviera pasando de verdad, entrelazó los dedos en su cabello y la otra mano la puso en su pecho, podía sentir su cuerpo, sólido, de verdad estaba ahí.

Jack le sonrió nuevamente y cuando sintió que Pandora podía sostenerse por sí misma quitó un brazo de su cintura y le colocó un mechón de cabello detrás de la oreja. Pasó el dorso de su mano por su mejilla recordando lo suave que era su piel y lo seguía siendo. Reposó la palma de su mano en la mejilla y ella cerró los ojos y presionó más su cara en la mano de él dejándose llevar por el roce de su piel, siempre le había parecido curiosa la manera en la que ella reaccionaba al tacto, como si fuese un gato.