Había dejado que Kai ingresara al lugar y se pusiera cómodo, el chico era bajo y delgado a simple vista, pero había algo en él que, por alguna razón, hacía que Chanyeol no pudiera dejar de verlo.
Su cabello estaba teñido de rosa, no dejaba de sonreír gentilmente. Se preguntó cómo había terminado aquel moreno —porque no podía ignorar tampoco el hecho de que su piel era exquisita— en un lugar como ese, sirviéndole a gente horrible.
Chanyeol no era gay... O eso se decía, pero este chico, Kai, le hacía tener pensamientos que nunca había tenido con ningún otro hombre, eso jamás lo aceptaría en voz alta, debía ser profesional. Por lo menos, podía afirmar con normalidad que simplemente era: apuesto.
Estaban ubicados cada uno en un extremo del sofá, Chanyeol no sabía ni a dónde mirar.
—¿Cuántos años tienes? —le preguntó sin más, sin saber de qué otra forma comenzar a romper el hielo.
—Veinte —respondió Kai, aún con su bella sonrisa en el rostro que, a estas alturas, estaba derritiendo al mayor. Sabía que probablemente aquella no era su edad real, pero intentó no ahondar mucho en el tema.
No podría tocar a ese chico si seguía así, tenía una apariencia dulce, encantadora, sensible, delicada y...
«Concéntrate, idiota» se dijo a sí mismo, notando que el silencio se apoderaba de la sala poco a poco. Chanyeol sabía que Kai no diría su edad así como así, porque les prohibían todo tipo de información delicada.
—¿Hay alguna... regla que deba seguir contigo? ¿Algo que no pueda sobrepasar?
—Usted es quien pone las reglas, Señor, me dice lo que quiere y lo hacemos real. Soy suyo esta noche y puede hacer lo que desee conmigo.
Sintió cómo algo dentro de él se removió. Chanyeol observaba a Kai y se preguntaba por qué sentía su cuerpo reaccionar de aquella forma.
«Es natural» se excusó a sí mismo. Creyendo que era normal el hecho de que aquellas simples palabras le hubieran excitado y, ahora mismo, su rostro estuviera enrojecido.
Kai, quien había sido espectador de todo esto, se acercó a él con suma lentitud. Su sonrisa llegaba a tornarse un poco más perversa, le había llamado la atención el hecho de que su cliente pareciera un niño ajeno a todo esto. Sabía que Chanyeol era un miembro nuevo del club, y aunque él mismo estuviera ansioso en su interior, debía darle una grata bienvenida. Descubrió que, tal vez, por la forma en la que actuaba, Chanyeol era nuevo en estar con un hombre, realmente, ¡Hasta se había tomado la molestia de preguntar qué no podía hacer con él! Era inaudito.
Se ubicó a horcajadas sobre su regazo, sostuvo las manos foráneas para ubicarlas sin recato alguno sobre sus glúteos y lentamente ejerció presión en la entrepierna foránea. Podía sentir la erección de Chanyeol creciendo bajo él.
El corazón del mayor llevaba un ritmo acelerado e insano, su cuerpo había subido de temperatura de un momento a otro; se decía a sí mismo que debía interrogar al menor, tratar de evitar todo esto, pero las palabras no salían de su boca, estaba completamente en trance por el indirecto roce que estaba recibiendo su miembro. Tenerle encima, frotándose sin pudor contra él, era alucinante.
—¿D-Deseas algo de beber? —cuestionó en susurro y último recurso, con un hilo de voz y su cordura ya desvanecida.
—Deseo que me lleve a su habitación —demandó—, ¿Le parece?
Chanyeol se preguntó cómo es que los papeles habían cambiado. Hace segundos Kai era un chico dulce al cual se creía incapaz de ponerle un dedo encima, pero ahora, sosteniendo su trasero con firmeza para desplazarse a su habitación y ubicarlo sobre su cama, el más alto supo que estaba perdido.
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Operación Syzygia ⋮ chankai.
FanfictionPark Chanyeol es un inspector de policía que, después de arruinar una redada, se vio obligado a buscar un caso nuevo en un sótano lleno de expedientes sin resolver, terminando así por toparse con un archivo que detallaba la historia de un burdel, ll...