Flores Para Zoro (Zosan)

Besos, ¿amor finalmente correspondido?

Y ahí estaba, el rubio caminando hacia donde seguramente se encontraba Zoro.
Por qué sí, Sanji se había decidido a hablar con él.

Se preguntaba si debía hacerlo de todos modos, el ya sabía sobre sus sentimientos y hasta lo había rechazado ¿Por que tenía que verlo a la cara? ¿Por qué mejor no le decía a chopper que lo operara y ya? Así se olvidaría de todo esto, que desde un principio no debió pasar.

Sin darse cuenta, sus pasos lo llevaron hacia el mástil, dónde Zoro se encontraba haciendo guardia. ¿Debería subir las escaleras? El rubio estaba pensando hasta que decidió que lo haría.

-Oe, Zoro-El Rubio habló y el peliverde lo miro- Quería hablar contigo sobre algo ¿Se puede?- El ojiazul estaba nervioso, muy nervioso.

-¿Qué quieres?-Preguntó de mala gana el cabeza de moho

-Se qué sabes que tengo Hanahaki-Sanji habló y al parecer Zoro se puso tenso -En realidad, no sé cómo te hayas enterado, pero sólo quiero decirte que me apena mucho que lo hayas escuchado y no tienes por qué preocuparte, no voy a morir en dado caso que te interese- Suspiró -Tampoco quiero que te sientas extraño, te aseguro que esto desaparecerá, y podremos seguir nuestras vidas, como si nada hubiese pasado.

-Si, bueno Lamento ser tan guapo que tengas que sufrir por mi culpa- El peliverde estaba ¿Disculpándose?

En ese momento Sanji no supo cómo tomar eso, el venía a hablar bien, ¡No era posible que fuera tan idiota!

-Si bueno, me arrepiento de haberme enamorado de ti, eres un estupido arrogante, cualquier otra persona hubiera sido buena.

-Ambos sabemos que no hay nadie mejor que yo.- Sanji no entendía por qué Zoro era tan arrogante de repente, normalmente sus peleas terminaban por qué Zoro no sabía que responder, pero parecía que tenía muchas ganas de seguir discutiendo

-¡Eres un marimo muy idiota!- El rubio gritó y Zoro comenzó a reír

-¿Te habían dicho que eres muy lindo cuando te enojas?- Zoro lo miró divertido y Sanji juro que no daba para más, pero no podía dejar que su ego cayera por un estupido halago.

-¡Deja de jugar, maldito idiota!- Sanji estaba muy molesto pero también muy sonrojado, el quería hablar bien, ¡Zoro es tan idiota!

-¿Quién dice que estoy jugando, eh?- Zoro dijo y se acercó demasiado hacia el y posó sus brazos al rededor del mástil. Quedando muy cerca de el cocinero.

No había lugar hacia donde escapar.
Pero Sanji no quería escapar.

-¿Qué haces?- Sanji susurró nervioso, si Franky estuviera viéndolos diría algo como "Sanji está SUUUUUPEEER NERVIOSO" y sería totalmente cierto.

-¿Estás nervioso, estupido cocinero?-Zoro rió, pero no se apartó

-¡Quítate, Idiota!- Sanji estaba muy nervioso y que el espadachín estuviera muy cerca no ayudaba. Por más que forcejeara no podía quitarse por qué vamos, ambos saben que Zoro es más fuerte y puede hacer que Sanji quedé a su merced.

-No quiero.

-Por favor, Zoro-A Sanji no le quedaba más que suplicar

-¿Por qué debería hacerlo?-El espadachín estaba cada vez más cerca de Sanji y este sólo quería salir corriendo.

Sanji solo guardo silencio, no quería admitir que estar cerca de Zoro lo ponía muy nervioso, pero seguramente su blanca piel a la luz de la luna lo había delatado.

-¿Por qué estás tan nervioso, Cocinero?- Al parecer Zoro de divertía poniendo a Sanji nervioso

-No estoy nervioso ¡Apartate!- Sanji intentaba forcejear, pero a comparación de Zoro, era muy débil

-Entonces no te importa si hago esto?-Zoro preguntó

-¿A qué te refieres?- Sanji preguntó.

No hubo respuesta por parte de Zoro.

Lo había besado, ¡Lo había besado!
Sanji estaba perplejo. ¿Como demonios habían llegado a esto?

Pronto las estúpidas preguntas desaparecieron, la débil fuerza de voluntad de Sanji se había rendido ante los labios del moreno. Total, era lo que desde hace más de un año deseaba.

La falta de aire hizo que los dos se separaran, Zoro lo miró profundamente, Sanji sólo estaba parado como idiota.

Lo único que pudo hacer era salir huyendo de ahí, preguntándose

¿Qué demonios acaba de pasar?