Una Nueva Experiencia -in a heartbeat

10. familia y amigos.

Jonathan despierta al escuchar el ruido provocado por la vieja madera de la escalera al ser usada.

Su madre estaba en el umbral con un pañuelo celeste entre las manos- ¿Jonathan  podemos hablar un momento?- el mencionado no tenía fuerza para decir algo en ese momento, aunque como cualquier madre amorosa se metió a la habitación sin importar la opinión ni la privacidad de su hijo.

-ma...tengo sueño- comentó tapándose el rostro, su madre qué seguía con el uniforme de Policía puesto se sentó junto a el y acarició su cabeza con suavidad.

-Jonathan mirame cuando estés hablando- silencio, la madre suspiró con rabia y lo miró con tristeza ese joven no parecía ser su hijo- tu padre me hablo de lo que ocurrió y de su idea de cambiarte de escuela- el moreno prestó atención a lo que decía su madre, ya que si ella dice algo de algún modo se cumple- es tu decisión pero necesito que me digas honestamente, ¿que sientes ahora por Sherwin?-recalcó la palabra ahora- y no aceptaré un simple "me gusta"- quien diría que su madre sea tan audaz para preguntar eso, pero bueno era de esperarse es latina después de todo.

El joven abrió los ojos de sorpresa al escuchar las palabras de su progenitora que no dudó en limpiarse las marcas de lágrimas y sentarse para mirar a su madre de frente.

- ¿lo que siento por Sherwin?- llevaba horas pensando en él y en lo que sentía- es... felicidad, alegría, seguridad, cariño, ternura... me fue imposible no enamorarme, es como si estuviera cerca pero lejos al mismo tiempo, cada vez que lo veo solo tengo ganas de protegerlo y que nada ni nadie lo alejede mi- abrazó sus piernas de la misma forma que lo hace un niño- me gusta muchísimo- suspiró con ternura al recordar la primera vez que conoció a ese pelirrojo- no puedo olvidar lo que siento de un día a otro- si tuviera un diccionario de sinónimos en su cabeza no terminaría de hablar de lo maravilloso y perfecto que es Sherwin en su cabeza y corazón.

-en ese caso- abrazó con fuerza al joven- debes seguir en la escuela y hacer todo lo posible para ganarte el corazón de tú amado- se alejó lo suficiente y usó el pañuelo para limpiar suavemente las mejillas de su hijo- el amor es el sentimiento mas bello que podría existir y tu lo estás experimentando, no dejes que tus miedos te rompan el corazón- miró la cómoda donde se encontraban esos fragmentos de un órgano flotante y rosados.

- ¿Honey ya no regresará?- preguntó el menor dulcemente- el no tiene la culpa- su madre tomó los pedazos de corazón y los ordenó como si fuesen un rompecabezas tridimensional.

-regresará- dicho esto dejo las piezas en las palmas de su hijo, apretó el agarre con mucho cariño- el amor es más fuerte que un mal día- el color, la forma y el adorable rostro regresó en ese corazón que al momento de ver a Jonathan se acercó a darle un abrazo en su pecho.

-¿cómo sabías que hacer?- preguntó estupefacto.

- solo te diré que el dicho de que todos los latinos son unos rompe corazones... es falso- de su bolsillo sacó una galleta de avena para Honey que no dudó en aceptar- y sobre lo de antes, se que hoy no fue tu mejor día- Jonathan bajó la mirada- por ello, puedes quedarte en casa hasta que te sientas mejor- sonrió tiernamente.

- gracias mamá pero no puedo, mañana por la mañana ayudaré al padre de Sherwin en revisar los exámenes del mes pasado y no sería justo defraudar a mi profesor favorito- intentó sonreír pero solo pudo hacer una mueca.

-que tal si mañana ayudas a tu profesor y al terminar vienes a casa a descansar- acarició su cabeza dulcemente- necesito que mi capitán este perfecto para el partido o habré pedido el día libre para nada- bromeó la madre, con una falsa molestia .