8.Lágrimas.

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Jonathan regresó a su salón a un paso lento, sabía que su corazón se rompió y que Sherwin lo quería lejos de su vida ¿esas dos piezas no volverán a juntarse?, ¿se acabó?.

No lo sabía, solo quería llorar en su habitación y olvidar que existe eso que llaman amar.

Golpeó la puerta y entró al salón- permiso- la profesora Beatriz se sorprendió de ver al mejor estudiante llegando tarde.

-oh descuida Jonathan, toma asiento.

-gracias- se sentó en el fondo del salón, intentando olvidar todo, incluso el corazón roto que estaba en su bolsillo.

-Jonathan estás bien?- preguntó Elías, no hubo respuesta.

-oye ¿que pasó, acaso se murió tu personaje favorito de tu libro?- sin respuesta, esto no es normal.

Antes de que pudiera seguir las preguntas la profesora pide a todos continuar y guardar silencio.

Ya en el receso los jóvenes volvieron a preguntar.

-Jonathan, ¿que sucedió?- el mencionado solo guardaba sus libros en su mochila- amigo vamos dime que ocurrió- insistió Nick en vano- ¡jonathan!.

-déjenme solo- tomó sus cosas y sé fue.

-Jonathan- suspiró con enojo- pero que mierda le pasará para estar así.

-la pelota le llegó al chico pelirrojo del sábado ¿no es así?- preguntó Elías que no habia dicho ninguna palabra.

-eh si, ¿no lo sabías?.

-debe se estar enojado con nosotros pero más conmigo de seguro- desvío la pregunta y la mirada, no lo parecía pero de verdad se sentía culpable por lo ocurrido.

-hey no digas eso quizás solo necesita tiempo- lo tomó de los hombros- y tiempo es justo lo que no tenemos.

En casa del pelirrojo, el menor se encontraba apoyado en la pared de su habitación mientras las lágrimas no dejaban de aparecer por sus mejillas mojando a la almohada con forma de corazón del joven.

No aguantó el ser el responsable de alejar el chico que le gusta por miedo de que le rompa el corazón y al final fue él quién casi lo rompe.

-Sherwin, regresare al colegio nos vemos en unas horas ¿bien?- no hubo respuesta- hey amiguito tranquilo todo se resolverá- se acercó a su hijo, le acarició el cabello y tomaba asiento en la cama del menor.

-no, todo esto fue mi culpa, no debí enamorarme de él.

-no digas eso, Sherwin, deberías hablar con él, explicarle lo sucedido y ambos estarán igual como antes.

-¡no!- gritó el menor mientras miraba a su padre- no quiero ser solo su amigo, en verdad me gusta, pero- su garganta formo un nudo- tengo miedo.

-si no mal recuerdo- dijo mientras limpiaba las lágrimas de su hijo- un pequeño niño de cabello pelirrojo, me prometió que no volvería a temer y que lucharía contra sus miedos, en especial si se trataba de las personas que más quiere en el mundo- el adulto con una pequeña sonrisa miró fijamente a su hijo.

-eso fue cuando tenía cuatro años- agregó el joven molesto.

-a veces los niños son los que más conocimiento tienen sobre la vida, aunque no lo parezca- se levantó y abrazó al menor- ve a dormir, cuando regrese podemos hablar, si quieres- besó su frente y se marchó cerrando bien la puerta.

Una Nueva Experiencia -in a heartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora