Capitulo 5 : Despertar

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El cielo se tornaba negro y con el tonalidades entre morado y azul oscuro, los autos iluminaban las calles y algunas tiendas permanecian abiertas. En una zona desolada de la ciudad, se podia escuchar la música en alto volumen y luces de varios colores dentro del club. Dentro de el un bar gigante con varias meseras entre las mesas, un peliazul se concentraba nada más en su bebida intentando sacar de su cabeza la discución que tuvo con su abuelo esa tarde. "Prometida, Yuu-kun tienes que empezar a buscar una prometida" estaba harto de lo mismo, observo a su compañero pelirrojo, quién estaba coquetiando con una de las meseras. Por lo menos no tenia que aguantar, a las molestas voluntarias que invitaba su abuelo para que él escogiera una, el trabajo de mantener en alto a su familia y todo lo perteneciente de ella y especialmente a Emilia, esa rubia oxigenada era el mayor de sus problemas, ella también pertenecia a una familia prestigiosa y a intentado seducirlo en varias ocasiones para casarse con ella. El japones fué sacado de sus pensamientos cuando el pelirrojo lo jaló del brazo para llevarlo a unas de las puertas VIP.

-Oye!! Estúpido conejo!! A donde pretendes llevarme?!!!- gritó enojado el peliazul

-¡¡Vamos Yuu!! Escuche que hay un tipo de evento en la sala VIP!!- sonrió alegre el pelirrojo y con curiosidad entró en la sala. Era una grande, con varios asientos enfrente del escenario cubierto por el telon. Varias personas estaba sentadas en los asientos de enfrente, la mayoria eran señores viejos de familias adineradas. Los dos jovenes se sentaron un tanto alejados del escenario y de los "vejestorios pevertidos" como le llamaba Kanda quién de inmediato notó las miradas de lujuria en el. Luego de un tiempo las luces se apagaron y el telon se levanto mostrando una jaula con una joven de cabellos rubios y ojos celeste, y ropa que cubría solamente su zonas privadas.

-Oye, maldito conejo! Acaso es esto es lo que querias ver!!- gritó bajo el japones tomando con la camisa al pelirrojo.

-Por supuesto que no!! Solo vine por curiosidad

-Pues ya sabes de que se trata, es una subasta, ahora larguemonos de aquí!!- dijo para levantarse pero el pelirrojo lo tomo de la mano y lo obligo a sentarse.

-No podemos irnos, solo hasta que acabe el evento, no podemos romper las reglas si lo hacemos entonces tendremos problemas con el dueño del club- tranquilizó al peliazul, este último se sento de mal humor mientras esperaba que la subasta acabara. Cada una venian con un atuendo y rasgos diferente, le daba asco el solo ver como los viejos de enfrente observaban a las jovenes. Ya al pasar unos cuantos minutos enseñaron a la última pieza, un joven de piel y cabellos blancos, y un ojo gris con un toque de amatista, el otro lo tenia cerrado con una marca por todo su ojo. Traia varias tiras blancas transparentes envolviendo su cuerpo y una cadena alrededor de su cuello en una jaula lo suficiente grande para el menor. El peliazul se quedó observando al menor, este último se estremecia y temblaba ante la mirada de todos los espectadores, Kanda escucho al  pelirrojo mencionar algo pero no le dió importancia solo detallo el pequeño cuerpo del albino. De repente escucho a varios señores gritando un número, desesperados por tener a la hermosa joya de enfrente, 1 millón fué lo último que se escucho para despues escuchar la voz del peliazul nombrando el número 3 millones, el japones  no supo cuando salió ese número por su boca pero no le tomo importancia solo queria seguir viendo esos ojos grises con amatista con un toque de ira y miedo.

Al poco rato se encontraba camino a su hogar con un albino incosciente en los asientos traseros del vehículo, le colocaron una droga al entregarselo para que no se resistiera, mientras el conducia Lavi lo observaba atentamente esperando una explicación por sus acciones de hace una hora.

-Que quieres? - habló fríamente el japones.

-Por que lo compraste? Tienes idea de lo que dira tu abuelo si se entera- respondió el pelirrojo serio.

- Él no tiene porque enterarse.

-Ohhh, no sera que caiste en los encantos del pequeño- dijo sonriendo pícaro el parchado acariciando el cabello albino del menor desde el asiento de copiloto.

-Aunque su cabello realmente es blanco natural...y muy suave...- dijo con ternura el pelirrojo. Hasta que un golpe en la nuca lo saco de sus pensamientos sobre lo adorable que era el pequeño albino.

-Du-duele!! Yuu, que malo eres, acaso estas celoso?!!- miro al japones y nervioso mantuvo silencio ante la mirada asesina del peliazul.

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El joven peliblanco fue recostado en una de las habitaciones, esta era espaciosa, sin ninguna ventana pero con un gran espejo en una pared y una gran cama, a su lado un pequeño escritorio, lo demas eran adornos o muebles de decoración y una puerta que daba a un baño, este tenia un inodoro, un lavamanos con espejo y una ducha con tina.

El albino descansaba en la espaciosa cama, envuelto por sabanas blancas igual que su cabello. Esto en el segundo piso, en el primer piso en una sala con varios sofa estaban discutiendo Lavi y Kanda. Donde el japones amenazaba al pelirrojo si decia algo referente con el "moyashi", como apodó Kanda al albino, este aceptó con la condición de que lo dejara jugar con el.

-No es un juguete, estúpido conejo- dijo serio el japones

-Pero encerrado en esa habitación se va aburrir, ademas con tu humor no creo que se divierta contigo y es un niño pequeño, Yuu.

-Aparenta 15 años- mientras hablaban escucharon el sonido de la puerta principal lo que indicaba la llegada del abuelo de Kanda, los dos se tensaron aunque el peliazul no lo demostrò.

-Joo, buenas noches Yuu-kun y Lavi, que hacen tan de tarde despierto?- preguntó.

-Ahh...este...vera nosotros estuvimos...- nervioso, el pelirrojo buscaba una excusa sin tener que mencionar al pequeño albino y contando de que una palabra del asunto y Kanda lo rebanaria.

-Ya no somos unos niños, podemos estar despiertos a esta hora- respondió friamente Kanda.

-Jooo! Mi querido Yuu-kun ya es todo un adulto! solo falta una promet-  el señor Tiedoll no pudo continuar con su tristeza por un golpe causado por su sobrino en la mesa de la sala.

-Ya te dije que no quiero hablar del tema- respondió cortante Kanda con los ojos ocultos por su flequilló. Se levantó del sillón para subir por las escaleras mientras que Lavi y Tiedoll no dijeron nada más que observar al peliazul retirarse. En el segundo piso Kanda se encerró en la habitación del albino. El menor seguia inconsciente con los labios un poco abiertos, el peliazul lo observaba detallando cada característica del albino, su cabello, su rostro, su piel. Una de las cosas más curiosas que encontró fue la marca en su mejilla izquierda y su brazo izquierdo. Con su mano acarició la cicatriz suavemente y su mirada fría se fijo en su labios, hasta que un ligero quejido lo despertó de su trance. Vio al albino removerse un poco en la cama y sus ojos se abrieron lentamente, acostrumbrandose a la luz en la habitación.

-Por fin te dignas a despertar, eh Moyashi- comentó serio el mayor, atrayendo la atención del albino quien estaba distraído observando el entorno desconocido. Los ojos amatista del menor miraron directamente a los azules oscuros del mayor, sin embargó las alertas del albino se encendieron, causando que el pequeño se intentara levantar y gritar, pero la mano del japones junto con una mirada fría y una voz grave de este detuvieron las acciones del albino.

-Ni se te ocurra, ya tengo suficientes problemas hoy...se te ocurre gritar o causar algún alboroto y te juro que te arrepentiras...Moyashi.

Hello soy yo y he vuelto, imaginar la voz de Kanda diciendo moyashi es música para mis oidos ^-^. Y queria comentar que hace poquito cumpli 14 años...14...ummm...Neahhhhh y si talvez no lo esperaban pero soy una niña pequeña, una mocosa en el diccionario de Kanda y bueno voten, comenten y sigan leyendo. Buahh!

My Pet - Yullen (D Gray Man)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora