El caso fue que como habíamos tenido relaciones sexuales fui al médico en compañía de mi madre y con sólo decirle de mi condición sexual él me mando varios exámenes entre esos el de VIH, Antígeno de Hepatitis B y serología. Al otro día madrugue para hacérmelos, créanme que se siente una intriga magna, no sabría explicarla. Cuando salí de allí la señorita me dijo que al otro día salían, lo que hizo que me llenara más de nervios. Ese día muchas preguntas rondaban mi cabeza: ¿Si sale positivo, qué voy a hacer? ¿Tendré que dejar mis estudios? ¿Cuánto tiempo me quedara de vida? Todo esto, porque se tiene la ideología de que el VIH es muerte. Es tan sólo un estigma desagradable que se mantiene por ignorancia.
No fui a reclamar el resultado de los exámenes ya que tenía mucho miedo de saber la verdad, como mi mama sabía, ella fue a reclamarlos. Eso fue lo más frustrante porque mi mama es de esas personas que psicológicamente llaman las enfermedades, en mi caso soy todo lo contrario, no me gusta pensar en que si tengo tal enfermedad me voy a morir, aunque ese día el pánico si se apodero de mi. Al llegar mi madre le pregunte si le habían dado los resultados, ¿Qué cómo habían salido? A lo cual ella asintió. Con un Sí tan triste que me destrozo el alma, lo único que hice fue echarme en la cama a llorar; mi pesadilla se había convertido en realidad. Mi madre fue a consolarme y decirme el por qué de esa enfermedad, que no me preocupara que faltaba un confirmatorio llamado “Western Blot”, que si salía positivo ella iba a estar conmigo siempre, créanme que en esta situación en la cual me encontraba, sólo podía apoyarme en ella.
Después de un mes me practicaron el confirmatorio, fue una tortura más para mí, ya que tenía que esperar otro mes más para saber los resultados. Durante ese tiempo busque de Dios, como siempre estarás pensando que cuando se está enfermo es que uno busca de él, se acuerda que hay un Dios vivo, lleno de poder, y la cruda realidad es que es así.
Entre otras cosas, viaje nuevamente al municipio donde había vivido, con el único propósito de pedirle disculpas a un personaje que había tratado mal, llegue al punto de decirle SIDOSO DE MIERDA; ¡Adivina que! Ahora quien era el VIH positivo. Tal ves un efecto colateral de saber que posiblemente te vas a morir es arrepentirse por los pecados, por eso lo hice. Para mi desgracia el no estaba allí pero aun así lo llame, el me disculpo y le agradezco enormemente.
Paso el tiempo, infortunadamente la técnica analítica que utilizaron para saber si había virus en mi cuerpo o no, salió Positiva. Si bien, ya lo sabía porque en internet me puse a averiguar y el examen Elisa (El primero que me practicaron) y el Western (el segundo) en muy pocos casos divergen o se oponen para hacerme entender.
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VIVENCIAS DE UN VIH+
Ficção AdolescenteINDICE 1. Introducción 2. Anthony y David 3. Resultados Intrigantes 4. Aceptación 5. Tú y tu familia.