·Freddy·
—¿¡Por qué no me dejas en paz de una maldita vez!? —gritas enojada.
—¡Porque te amo!
—No te creo —susurraste apretando tus ojos molesta.
—¡Fue un error! Te lo prometo, esa noche había bebido demasiado.
—Esa no es justificación suficiente —lo miras a los ojos, esos hermosos ojos que algún día llegaste a amar.
—¡Sabes que jamás haría nada para lastimarte!
—¡Pues ya lo hiciste! —las lágrimas se acumulan en tus ojos.
—Ella no es nada para mí, tú lo eres todo para mí, no puedo perderte.
—¡No me vengas con eso ahora Alfredo! —gritas con las lágrimas cayendo por tus mejillas.
—Te dije que ella no es nada para mí.
—Tambien me molesta que hayas ido a una fiesta a mis espaldas y que no me avisaras, sabes que puedes ir a donde quieras, pero estaba preocupada esa noche por ti, no sabía nada de ti, fui a buscarte, le pregunté a Alan si sabía dónde carajos estabas —tomas aire y lo miras con todo el enojo que eres capaz de reunir— me dijo que habías ido a una fiesta, con tu ex, ¿¡sabes cómo me sentí!? No estaba preocupada, confiaba en ti, sabía que nunca me traicionarias, hasta que llegue a esa estúpida fiesta. ¿Y que veo? ¡Al pendejo de mi novio besando a su ex!
—Sé que no justifica lo que hice, pero había tomado demasiado, nunca fue mi intención lastimarte.
—Pues lo hiciste, destrozaste hasta mi último fragmento.
—¿Crees que yo no estoy sufriendo?
—Sé que sufres, pero no tanto como yo, ¿qué harías si me encontraras besándome con alguien? Nunca me perdonarías, lo sé, dame una buena razón por la que yo debo perdonarte.
—Porque sin ti yo no soy nada —no lo miras a los ojos porque sabes que lo perdonarías al instante.
—Creo que no estamos destinados a estar juntos —te encoges de hombros.
—Claro que sí, yo sé que si, tu eres la chica con la que quiero pasar el resto de mi vida.
—De seguro eso le dijiste a tu ex —sonríes irónica y él hace una mueca.
—No, carajo, solo tú eres especial para mí.
—Ajá.
—Nena, enserio, te amo mucho, prometo hacer todo lo que haga falta para que me perdones, por favor.
—Es demasiado tarde ahora —tomas tus maletas y él te toma de la muñeca.
—Lo lamento.
—Yo también.
Juntas toda tu fuerza para no correr de vuelta a sus brazos y te vas por la puerta con los ojos rojos de tanto llorar, por esa misma puerta en la que un mes antes habías entrado con lágrimas de felicidad en los ojos.
Ahora todo eso se ha esfumado.
Solo te quedan los recuerdos... pero son solo eso...
Recuerdos.
***
Primer imagina triste, no me odien.
L@s amo millones.
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Imagina CD9
FanfictionMe gusta leer fanfics de nuestros bellos cedes... así que me pregunté, ¿por qué no escribir una yo misma? Aquí tienen el resultado de esa pregunta, espero les guste. .