42.- Droga

8 1 0
                                    

Últimamente ya no tengo idea de que escribir, solo pongo el boli sobre el folio y este empieza a fluir, a veces odio todo lo que sale y arranco el escrito, no puedo escribir mediocridades mi cuaderno es bastante estricto

Pero, ¿cómo culparlo por ser lo que es?, si yo lo hice así, haciendo rimas al cien por cien, recuerdo que antes tenía bastantes razones por las cuales rimar, tenía una musa a la cual mis versos dedicar

Pero ella se fue, ya no está y lo tengo que aceptar, un nuevo jardín donde poderme inspirar, es lo que necesito encontrar, necesito algo que me recuerde por qué empecé a rimar

Solo recuerdo que de pronto mi cuaderno sufrió una metamorfosis, paso de ser un diario a ser un poemario, donde mi vida me ponía a contar, y así fue como el poeta nació, aunque se le volvió una obsesión, de rimas diarias necesitaba su dosis

Y como toda droga, se volvió dependiente de ella y no la podía dejar, sonara tonto, pero una parte de mi vida empezó a arruinar, los versos se habían vuelto una verdadera adicción sin cura y al igual que los narcodependientes, fui tocando la locura

Pero en vez de huir de ella, yo solo la acaricie, vi que no era tan mala y de ella me enamore, la loca locura en constante locomoción, el tonto poeta haciendo prosa con pasión

Un poeta rimando en prosa, que tiene por musa ahora una locura hermosa, los versos una droga y así cada, año, mes, semana, día y hora    

REFLEXIONES DE UN POETA HERIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora