1.- Deja respirar a tu piel: Cuida que el cosmético sea no comedogénico, es decir, que no tape los poros de la piel, ni que propicie los antiestéticos puntos negros; aunque tenga la leyenda “dermatológicamente probado”.
2.- Revisa las etiquetas: Detecta que las sustancias con las que elaboran el cosmético no generen alergia en tu piel
3.- Fíjate en las fechas de elaboración y caducidad de los productos: Recuerda que un rímel no debe usarse por más de cuatro meses; las sombras, un año; los labiales, ocho meses; los brillos labiales, hasta dos años. Además, debes poner atención en la apariencia y olor del cosmético.
4.- Utiliza el maquillaje mineral: Gracias a que están elaborados con productos naturales y orgánicos no tapan los poros ni dañan la piel. Al elegirlos debes tomar en cuenta tu tipo de dermis.
5.- Ingredientes inodoros: Muchos cosméticos tienen perfumes o conservadores que irritan la piel, así que mientras más sencilla sea la formulación del producto, dañará en menor medida a tu dermis.
Si tienes alguna duda con las sustancias químicas con que elaboran los cosméticos, consulta a un especialista, quien se encargará de darte un diagnóstico adecuado para tu tipo de piel.
No olvides que todas las noches debes retirar el maquillaje de tu piel, puedes utilizar un dermolimpiador suave y agua tibia, para evitar la obstrucción de los folículos pilo-sebáceos. Y tú, ¿cómo eliges tus cosméticos?
