Parte 1

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Ven y abrázame a mí, por favor; necesito de tu calor.

Me confundes. Quiero llenarte la cara de besos pero a la vez alejarte.

¿Por qué aún no me abrazas? Cuando te veo me dan ganas de refugiarme en tus cálidos brazos, embriagarme con tu aroma y sentir los latidos de tu corazón. Quiero enredar mis dedos en tus negros risos y besar tus parpados cerrados para que duermas en paz.

Eres mi capricho personalizado, porque solo tú hasta ahora me ha hecho pensar estas cosas, y me da miedo.

Desearía ser como tú, para que alguien me deseara de esta forma como lo hago contigo.

Es extraño, porque aún no logras que mi corazón salte y me duela el estómago de una forma encantadora; solo quiero darte mi cariño y que me des el tuyo, solo para mí, y mierda, no sé por qué.

Está hecho, enloquecí. ¿Cómo puede un ángel como tu mirar si quiera a los ojos a un demonio roto como yo? Ni en mis más bellos sueños.

Me atraes como el hierro al imán, y me abruma.

Me seduces sin tu querer con tus frondosas pestañas, como el pecado seduce a la inocencia, y me hace dudar.

Te añoro como un recluso a la libertad, y me asusta.

Me haces ser humano, y me encanta.

Lindo caprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora