Destino✈️

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Pasamos 3 horas esperando en el aeropuerto para que saliera nuestro siguiente vuelo, y espero que sea el último. Las horas se pasaron algo rápidas ya que estuvimos comiendo y paseando por algunas tiendas.
Cuando dieron las 9:00 p.m. Por fin pudimos abordar al avión.

Fue un día muy cansado así que dormí tres horas, pero por lo visto faltan muchas mas horas para llegar.

Cuando desperté Paulo estaba dormido en mi hombro, parecía un ángel. Pero por fin después de otras cinco horas de viaje, llegamos a nuestro siguiente destino y al parecer el último.

Bajamos del avión, eran las 10:16 a.m. Pasamos por nuestros equipajes y si, era el último viaje ¡Por fin!.

Tomamos un taxi rumbo al hotel, miraba por la ventana, era muy hermoso este lugar. Toda la ciudad era de color blanco y destellos azules, fue cuando me di cuenta que estábamos en Santorini, Santorini Grecia.

Desde pequeña siempre quise venir aquí con mis padres, desgraciadamente casi nunca los veía. Pero ahora nada de eso importaba, estaba aquí, ahora, con Paulo acompañándome.

Llegamos al hotel, completamente de color blanco, sus habitaciones eran grandes, lujosas y cómodas. Tenían una vista que relajaría a cualquiera, un balcón con vista al mar y una pequeña piscina.

—Paulo...— me detuve, quería agradecerle por preocuparse tanto por mí, siempre trataba de verme feliz. Además estaba en el lugar al que siempre quise visitar, tan hermoso y relajante. Lo mejor es que él venía junto a mí— Yo... Gracias— dije sin más y lo abracé. Debo admitir que sentía una gran felicidad en mi corazón y no pude contener una que otra lágrima.

—No tienes nada que agradecer pequeña, lo que quiero es verte bien— me soltó del abrazo y limpió una lágrima— ¿por que lloras?— preguntó tiernamente.

—¿Cómo supiste que siempre quise venir aquí?

—No lo sabía. Desde niño siempre quise estar aquí y que mejor que venir contigo.

—Me encanta. Siempre quise venir con mis padres, pero ellos nunca podían, estaban de viaje trabajando—Bajé la mirada un poco triste.

—Nena, pero ahora estas aquí. Solo disfrutemos del momento— Tomo mi mentón haciendo que viera sus ojos color celeste—¿Quieres desayunar?

—Si, pero antes quiero ducharme.

—Esta bien, dúchate. Mientras yo ordeno el desayuno.

Paulo tomó un el pequeño teléfono de la habitación y comenzó a hablar. No puse atención a lo que decía lo único que quería era darme una larga y relajante ducha. Me quite toda prenda que tenia encima para después meterme a bañar. ¡Era justo lo que necesitaba! El agua tibia recorriendo cara centímetro de mi figura.

Después de 15 minutos salí del sanitario con una bata que cubría mi cuerpo. Cuando salí a la habitación me di cuenta que Paulo no estaba ahí, así que me dirigí al balcón y si, ahí estaba él, sentado admirando el mar color celeste como sus ojos. Me quedé mirándolo como una imbécil hasta que se dió cuenta que yo estaba ahí.

—____, no me di cuenta cuando saliste— Se acercó a mí y depositó un corto beso en mis labios—¿Te parece si desayunamos?

—Claro.

Nos sentamos a desayunar frente a la hermosa vista, estuvimos hablando sobre todo tipo de temas, de vez en cuando bromeábamos y jugábamos, éramos como dos niños pequeños.

NARRA PAULO:
Después de tantas bromas y risas me quede mirándola como un imbécil. ____ es hermosa, divertida, comprensiva. Le tengo un cariño inmenso pero tengo miedo que después de este viaje las cosas sigan como antes, que ella siga deprimida y quiera irse de casa. No quiero que se vaya, no tan pronto, no ahora.

Cásate conmigo [Paulo Londra y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora