CAPITULO 4

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Justin condujo a toda velocidad por cada calle pasando a los carros que se le ponían enfrente, siguió así hasta llegar a su casa, aparcó su moto al frente y bajó junto con Ella.

-Muy bien, ya nadie nos ve ahora dámelas- dejó extendiendo su mano

-Ven- Justin comenzó a caminar hacia la entrada de su casa

-No entrare- Gabriella se negó

-Venga, están adentro, te las doy y te llevo a casa ¿esta bien?- preguntó mientras abría la puerta y le dejaba el camino libre a Ella para que entrara, ella rodó los ojos y camino hasta la puerta, entró sin mirarlo y se detuvo en la entrada de la sala

-¿Dónde están?- preguntó irritada

-En mi habitación- dijo Justin con picardía

-Ve por ellas y me las traes- dijo mientras desviaba la mirada de sus perfectos ojos color miel, el paso frente a ella y subió rápidamente las escaleras

-¿Qué estas haciendo Ella?- se preguntó a si misma en un pequeño susurró mientras llevaba sus mano a su frente, se recargó de la pared esperando a que Justin bajara, pero el demoró más de lo que ella quería esperar por lo que subió las escaleras, todo en aquella casa era igual a la última vez que la había visitado, es como si nada de hubiese movido de su lugar, pero en ese mismo momento todo volvió a su mente, la noche en que estaba decidida a entregar su virginidad, la noche en que ella y Justin terminaron, iba subiendo aquellas escaleras con toda la ilusión del mundo, estaba por entregarse a Justin, quien creía era el amor de su vida, al pisar el último escalón su corazón se contrajo, todo volvía a su mente, cruzó el pasillo hacia la habitación de Justin, lo recordó a la perfección, gemidos inundaban la habitación, era él con otra, una chica que sin duda satisfacía lo que el necesitaba, abrió la puerta esperando ver eso de nuevo, pero no, volvió a la realidad y sólo pudo ver a Justin parado frente a una de las paredes de su habitación

-Justin.....- ella lo llamó tratando de capturar su atención -Podrías darme mis...- él la interrumpió sin quitar la mirada de la pared

-Ven aquí- extendió su mano hacia atrás, Ella con lágrimas picando en sus ojos se acercó con pasos vacilantes, Justin la puso frente a él y la rodeó por la cintura con sus fuertes brazos, Gabriella pudo apreciar lo que Justin veía, era una foto de ambos, era el baile de bienvenida, habían asistido juntos y había sido uno de los mejores días para Ella, Justin había estado extremadamente encantador y atento, no había golpeado a nadie y se había centrado sólo en ella, sin duda el mejor día a su lado

-Aún la tienes- dijo Ella en un pequeño susurró tratado arduamente no llorar frente a él

-Claro, jamás la quite de ahí, siempre serás la única en mi mente- Justin habló en susurros en el odio de Ella lo cual la hizo estremecer, el sabía como erizarle los vellos de la piel

-La única en tu mente, pero no la única en tu cama- dijo con amargura mientras se liberada del agarre de Justin, tomó sus bragas que estaban sobre la cama y salió a toda. Prisa de la habitación, Justin la siguió escaleras abajo hasta que la acorralo contra la puerta dejándola sin escapatoria como solía hacerlo siempre he tenía la oportunidad

-No te iras de aquí sin hablar conmigo- dijo Justin sacando su lado demandante

-¿¡Hablar de qué!?- preguntó exaltada -¡No tenemos nada de que hablar!- gruñó con desprecio evitando la mirada de Justin

-Si, vamos a hablar, jamás me dijiste porque terminaste conmigo, sólo me dijiste "No más" y me evitaste olímpicamente- dijo Justin desesperado por una respuesta, la intriga lo mataba desde hace medio año atrás

-¿Que quieres saber? ¿Qué te dejé por que la noche que decidí entregarme a ti te encontré con una zorra rubia sin cerebro en tu cama?- las lágrimas descendieron por sus mejillas sin control alguno

-¿Qué?- preguntó el con el ceño fruncido -¿Cómo es que entraste?- preguntó desconcertado

-Con la llave que esta bajo la segunda maceta de la derecha- respondió como si fuese la respuesta más obvia del mundo

-Gabriella ella...-

-¿Era tu prima? ¿Sólo una amiga? No, no ¡ya sé! Seguramente no era lo que parecía ¿no?- dijo con dolor y desprecio en su tono de voz

-Ella, amor..- Justin acarició su mejilla pero ella movió su cabeza con brusquedad

-¡No me llames así nunca más!- dijo con el ceño fruncido, Justin tomó aire y se quedó pensativo un rato

-Déjame ir ¿quieres?- preguntó Ella con brusquedad

-No- respondió Justin al instante mientras disfrutaba estar cerca de ella, en más de medio año era lo más cerca que había estado de ella, podía oler su perfume dulce y ver a la perfección cada una de sus hermosas facciones

-¿Por qué Justin?- preguntó ella

-Porque quiero estar cerca de ti- respondió el sin vacilar, Ella rió sin gracia y negó con la cabeza

-Eso no..- apretó los labios pensando en que diría después -¿Por qué quieres hacerme sufrir? ¿No ha sido suficiente ya? ¿No puedes dejarme ser feliz con Matt?- lo llenó de preguntas, Justin apretó la mandíbula en cuanto escuchó el nombre del novio de Gabriella, su Ella.

-No- dijo mientras fruncía el ceño -Te lo dije una vez y te lo recordaré puedes alejarte pero no esconderte, puedes estar con alguien mas pero jamás dejaras de ser mía- repitió aquellas palabras como la primera vez que las dijo, con furia y deseo ardiendo en su mirada, Ella lo empujo con la palma de su mano, abrió la puerta y salió apresurada de ahí, camino a lo largo de la calle con lágrimas resbalando por sus mejillas

¿Sería posible? ¿Justin la dejaría ser feliz en algún momento? No podía creer que el fuese tan egoísta, tanto que no la dejara ser feliz, sólo pensaba en si mismo, como había sido siempre.

All YoursღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora