Bakubowl drabbles [All x Bakugo]

7-KamiBaku

| Estaba escuchando "Feeling good" de Michael Bublé y esto se me ocurrió, espero que les guste aunque sea corto <3

Un hombre rubio, alto, de porte elegante, espera con traje, ¡Qué galante!

Otro rubio, de mirada rubí, y mirada desafiante, le mira con desgane.

Es la noche en donde el pecado danza, donde entre el silencio los perecederos se alzan para una vez más caminar.

El rubio de porte elegante camina, la muerte sigue sus pasos, la oscuridad devora las luces a su alrededor. Su sonrisa brilla en la penumbra.

¿Bailas?, le pregunta al de mirada rubí, y este le responde don desdén "¿Acaso lo dudas, imbécil?"

Ah, la sangre se empieza a calentar, las luces se tornan de otros colores.

La música está en el aire, así como el azufre, ¿qué hacen en aquella noche? ¿Qué los llevó a ese momento?

Lo olvidaron, quizás no era algo tan importante, tal vez no era asunto más que de actitud y talante.

Vamos, le dice el uno al otro, tomando su mano.

"Mi nombre es Kaminari", susurra, descargando sus palabras con dulzura, lentamente, en un susurro, pues su nombre no debería ser pronunciado por aquellos mortales que no comprenden el peso de su nombre.

"No me importa...", tras una pequeña pausa "Katsuki, nada de apodos asquerosos".

"Oh, pero no pasará, confía en mí"

"¿Confiar en ti? ¡Ha!"

"Pero estás bailando conmigo, ¿no es así?"

"Mueve tus pies, o sentiré que arrastro un peso innecesario, yo no cargo con ellos"

"Eres una delicia, Katsuki", Kaminari sonríe, deja que el ritmo descienda, inclina su cuerpo, se apega más al ajeno.

Se funden lentamente, los pies de Kaminari se aligeran, pronto recorren toda la pista, sus movimientos son cada vez más rápidos, ¡Ah! Hay más formas de consumir el espíritu, como al calor del danzar coordinado, ¡Puede sentir el latido de Bakugo!

"Sí, desafíame", le incita Kaminari.

"No solo eso, te dominaré, demonio de cuarta".

"Ah, entonces sabes lo que soy, ¿eh, Bakugo?"

"No tomes mis nombres sin permiso, maldito", Bakugo toma el mando del baile, él lo dirigirá, piensa mientras lo conduce rápidamente en dirección contraria, para frenar, y deslizarlo hacia abajo, inclinarse, rozan el suelo, rozan sus rostros, sus labios.

Qué buena noche para caer en el pecado.

Qué buena noche para que los muertos dancen sobre la tierra.

Es una nueva oportunidad de resistir la tentación, de engañar al tan conocido maligno.

Pero no es como que él necesite resistirla, el diablo no es quien le tienta, él tienta al demonio, dirige su cuerpo, lo moldea a su capricho.

Se dejará llevar, se dejará ser, por esta noche.

Porque en esta noche pueden verse, porque en esta noche pueden pisar la misma tierra, dejarse envolverse en el otro.

"Esperé demasiado por esto, Katsuki", dice Kaminari, mientras inclina sus labios para besar el cuello de Bakugo.

"No te distraigas, no quiero caer", replica Bakugo, alejándolo, de sí solo para volverle a acercar al suelo.

"Pero si cayéramos juntos... ¿no sería maravilloso?", pregunta el rubio demonio, sonriendo con ternura.

Bakugo lo besa en los labios.

"Mi alma aún no puede ser tuya, no puedes comerla aún."

"Pero yo ya estoy loco por ti, querido mío."

"Tendrás que esperar, una noche al año... no mereces más que ello."

"Tan cruel, ¿no era yo el demonio de los dos?"

"Me hiciste esto, ámame enteramente o no me ames en lo absoluto".

"Yo ya te amo, Katsuki."

"Entonces cae por mí, demonio incompetente, cae cada vez más, hasta que no quede nada de ti, y todo sea nosotros... Ámame hasta el fin de mi mortalidad, Kaminari."