cap. 8

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Capitulo 8

Mi padrastro y yo hemos estado teniendo sexo por más de una semana. Es increíble. Eso está bien, tengo más de 18 años y realmente no estamos emparentados. Mi madre murió hace algunos años. Y soy hija única. ¿A quién podemos lastimar? Bueno, quiero decir, a demás de a mi novio, Harry.

Es viernes por la noche y me acabo de poner mi pijama. Una camiseta rosa y pantalones de color rosa también. La parte superior es tan fina que apenas y cubre mis grandes pechos. Mi largo y oscuro pelo castaño está amarrado en una cola de caballo en la parte superior de mi cabeza. Soy delgada y atlética. Ahora mismo estoy extendida en el suelo en una pose de yoga. Algo que hago cada noche. Mi padrastro Liam practica yoga. Él me enseño todo lo que sé. Está parado en la puerta de mi habitación. Está vestido con una bata azul. Él tiene 30 años, pero es muy guapo. 
Cabello castaño, dulces ojos marrones, delgado y con un cuerpo musculoso. Él me sonríe. Estoy haciendo una curva hacia delante. 

—Solo he venido a darte un beso de buenas noches—, él dice. 

—Oh—, le digo, mientras salto desde el suelo feliz. Brinco hasta él y me toma entre sus brazos. Se inclina hacia abajo y me da un beso francés. Por lo general, los padres no besan a sus hijas así para desearles buenas noches. Puedo sentir como mi coño se moja y mi corazón comienza a acelerarse mientras nos besamos. Él me suelta.

—Buenas noches, cariño—, me dice.

—Buenas noches— le digo. Me siento un poco mareada. Eso fue un gran beso.

Él me sonríe y se aleja por el pasillo hasta su dormitorio. Es viernes por la noche, son las 11:30. No es como si tuviera que estar en cualquier lugar mañana. Me paseo un poco, y luego decido que debería ir a la cama. Me quedo allí por un tiempo, sintiéndome inquieta. Finalmente me levanto. Mierda. No voy a dormir de todas formas. Me levanto de la cama y jalo la banda que sostiene mi cabello. Entonces me quito la camiseta de tirantes, el pantalón del pijama y las bragas. Las dejo caer al suelo. Estoy totalmente desnuda ahora. 

Camino de puntillas por el pasillo hasta la habitación de Liam. La puerta esta entre abierta. La empujo y se abre. Esta sentado en la cama nada mas con los pantalones de su pijama. La lámpara de su mesita de noche sigue prendida, iluminando poco la habitación. Él levanta la vista. Se ve aturdido, en el buen sentido. Me apoyo en el marco de la puerta. 

—Creo que necesitas terminar ese beso de buenas noches—, le digo casualmente. 

Mi corazón se acelera, sin embargo. Simplemente no sé como seducir a los hombres. Miro sus pantalones, una leve tienda se nota en su entrepierna. Siento que mi coño se humedece más cuando veo eso. Poco a poco se levanta de la cama y camina hacia mí. —Lo siento si no hice un buen trabajo antes—, me dice. —Déjame ver si puedo hacerlo mejor—. Él me agarra por lo hombros y me besa profundamente. Luego, mueve sus labios por mi cuello. 

—Oh, cielos—, digo mientras me besa allí. Siento cómo mis piernas se debilitan. 

Su duro pene presiona contra mí desde el interior de sus pantalones de franela. Sus manos vagan hasta mis grandes pechos y juegan con ellos. Luego sus manos viajan hasta mi culo y toman mis nalgas. Estoy temblando de placer y anticipación. Sé lo bien que me puede follar. No puedo esperar para que vuelva a suceder. De repente me toma en brazos y me lleva hasta el borde de la cama. Me pone sobre la colcha color rojo y jala sus pantalones hacia abajo rápidamente. Su pene está duro, erecto, enorme y hermoso, anticipando mi llegada. 

Él me levanta, así estoy en posición vertical sobre mis rodillas, entonces él guía mi rostro hacia la cabecera de la cama. Mientras él está al final de la cama, detrás de mí. El pone sus brazos alrededor de mí y acaricia mi pelo y mi cuello. Pasa sus manos arriba y abajo de mi cuerpo. Me estremezco y gimo. Aprieta su cuerpo contra el mío y siento su dura polla en las mejillas de mi culo. —Oh, Liam, te necesito...— le digo mientras le acaricio la mejilla con la mano mientras él me chupa el cuello. 

Él desliza una mano por la parte delantera de mi cuerpo y desliza sus dedos dentro de mi coño. Estoy resbaladiza por mis jugos. Yo me quejo por el tacto de sus dedos ásperos, varoniles, allí. Él me abre las piernas un poco más. Luego desliza su dura polla dentro de mí. Yo gimo en voz alta. Estoy en posición vertical mientras se agarra de mi cuerpo por la cintura y comienza a empujar dentro de mí.
Luego, mueve sus manos a mis tetas y empieza a masajearlas con avidez. Yo estoy en el cielo. Me quejo mientras él empuja. Estoy tan caliente por él. Pongo mis manos sobre las suyas mientras masajea mis pechos. Besa mi cuello y mete su polla dentro de mí una y otra vez. Yo me siento mareada y ahogándome por el deseo. Muevo una mano hacia su culo de nuevo, sintiendo cuán apretado está mientras empuja su polla dentro de mí. Él gime. —Follame, papi—, digo entre gemidos. —follame duro... Él empieza a acelerar su cogida. Siento como me llena una y otra vez, entrando y saliendo. Estoy gimiendo continuamente. Estoy muy caliente. Apenas y puedo soportarlo. Siento como un gran orgasmo empieza a construirse hasta el clímax.

—Oh, Liam...— Yo me quejo. — Follame, follame, follame... Él empieza a mover su polla más duro en mi, realmente empuja muy dentro. Él esta jadeando y respira con dificultad. Quita sus manos de mis pechos y las mueve a mis caderas para mantenerlas firmes, mientras me folla duro. Yo me pongo a jugar con mis tetas mientas siento como estoy a punto de alcanzar el clímax. —¡Mierda, Si!— digo justo antes de explotar. —¡UGHHHH!— gimo fuerte cuando el placer estalla dentro de mí. Empiezo a temblar y a titiritar, un hormigueo de placer a traviesa mi cuerpo. Él me folla un poco más y se empuja una última vez dentro de mí. 

—¡UGGHHH!— gruñe cuando dispara su semen dentro de mí. Envuelve sus brazos alrededor de mí para mitigar mi temblor. —Oh, ___—, él dice. —Te amo.

—Te amo tanto, Liam—, le digo. Los dos estamos sin aliento. Él me sostiene apretada por un momento, entonces una de sus manos viaja a través de mi coño. Su polla aun dentro de mí. Él desliza sus dedos sobre mi clítoris y comienza a masajearme suavemente. —Oh, cielos...— yo digo mientras un exquisito placer comienza a acumularse nuevamente. —Oh, mierda...
Frota mi clítoris más duro, en un ritmo constante. —Oh, mierda.... ¡Oh, cielos, Liam...! — le digo mientras empiezo a jadear. 

Su cuerpo se presiona contra el mío y puedo sentir el rápido latido de su corazón, acompasado con el mío. También puedo sentir como su dura polla crece una vez más dentro de mí. 

—Oh, cielos...— digo mientras me folla con los dedos. Puedo sentir una oleada de placer rugir dentro de mí, agudo, doloroso y hermoso. Gimo fuerte cuando irrumpe el éxtasis a través de mí una vez más. Entonces me pongo a llorar en silencio. Se siente tan bien apenas lo puedo soportar. Cada vez con Liam es mejor que la anterior. Deja de frotar mi clítoris y comienza a follarme de nuevo. Su dura polla, de nuevo como piedra, empieza a entrar dentro de mí. Apenas puedo pensar. Agarra mi cuerpo fuertemente entre sus brazos. Sus brazos están cruzados frente a mí y agarra con sus manos cada uno de mis senos acariciándolos y masajeándolos mientras me folla. Yo paso mis manos por su costado, subiéndolas hasta la parte superior de su cabeza. Acariciándole los lados del rostro mientras me follaba frenéticamente. Las paredes de mi coño se sienten tan bien ahora, estoy casi entumecida. 

Él me follaba y gruñe mientras siento como comienza a crecer el placer a través de mi coño de nuevo. Las lágrimas se escapan de mis ojos mientras mete su polla dentro de mí y me frota las tetas. Él respira con dificultad sobre mi cuello. No tengo palabras. Siento cómo el placer se intensifica como un rugido, que se está acumulando. Él empuja su polla en mi interior mientras yo empujo hacia abajo mi culo para que cada golpe pueda ir más profundo en mí. Él empieza a jadear y a gruñir. Yo también estoy jadeando y lloriqueando, gimiendo y acariciándole la cabeza, el pelo y las mejillas. —Oh, Cielos, Liam, ¡UGGHHHHH!— yo grito, mientras me corro.

Un gran orgasmo se disparo a través de mí. Yo gimoteo mientras las rasgaduras del orgasmo pasan a través de mí. — ¡Uh! ... ¡Uh! ... ¡UGGHHH!— Liam gruñe en voz alta mientras se corre dentro de mi otra vez. Los dos estamos sudando y jadeando mientras él me sostiene muy apretada. 

—¿Puedo dormir contigo esta noche? — yo le pido débilmente. —Por supuesto—, me dice con una sonrisa, aún sin aliento. Él me jala, me aprisiona entre sus brazos y me jala de la cabecera de la cama. Me acomoda en la cama cubriéndome con las mantas y se mete conmigo. Me abraza con sus brazos y me sostiene cerca. Yo pongo una pierna encima de las suyas mientras siento como se frotan entre sí. Apoyo la mano en su pecho, cierro los ojos, y nos quedamos dormidos. 
Al día siguiente mi novio Harry llega. Es alto y guapo, con cabello oscuro y rulos. Él está en la universidad. Liam se ha ido a la universidad donde trabaja como profesor, a revisar algunos trabajos o algo así. A él le gusta dejarme a solas con Harry para ver si todavía podemos hacer que funcione nuestra relación. 
A pesar de que estoy segura de que no quiere a Harry. Como de costumbre Harry ha subido a mi habitación. Esto es lo que hacemos cada vez que tenemos la casa para nosotros. Hoy me siento demasiado perezosa para enseñarle a Harry todas las posiciones sexuales que podemos experimentar, hoy lo estoy dejando que me joda en nuestra posición habitual del misionero sobre mi cama. Puedo sentir su polla entrando y saliendo de mí, y regularmente eso es sexy, pero hoy no lo siento así.


Sexo con mi padrastro TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora