cap. 10

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Capitulo 10:

—Papi...— Yo digo mientras gimo de placer. 

Me folla más. Puedo ver bajar el sudor de su rostro mientras entra dentro de mí. Siento como se aprieta mi coño por el placer que él me da.
—Oh, cielos—, grito. — ¡Oh!— Siento como una ola de intenso placer en espiral desciende por mí. — ¡UGGGHHHH!— yo me quejo mientras la ola de éxtasis desciende por encima de mí. Inicia en mi coño y luego sube por el resto de mí. 

—¡Cielos!— Liam grita mientras su rostro se contrae. — ¡UGGGHHH!— Gruñe en voz alta mientras deja salir su semen dentro de mí. Recobra la respiración por un momento y entonces lo veo de rodillas en el suelo, cerca de mí. Su cara a la altura de mi entrepierna. Agarra mis nalgas con sus manos y entierra su cara en mi coño. Él comienza a comerse mi corrida. Chupa mis pliegues y mi clítoris. Succiona su propio semen y mi crema. Yo gimo de placer. Su cálida lengua acariciándome allí se siente maravillosa.

Sostengo mis rodillas con las manos mientras me come duro. Puedo sentir como el placer se filtra por todos mis poros. Estoy empezando a jadear otra vez. Su lengua se sumerge profundamente dentro de mí mientras él me chupa con avidez. Él se queja con satisfacción a la vez que devora mi coño. —Oh, Liam ¡Oh cielos!— Jadeo mientras me folla con su lengua. Empiezo a gemir y a quejarme mientras me chupa. No lo puedo soportar. Arqueo mi espalda y se tensan todos mis músculos hasta que siento como el orgasmo me golpea. — ¡UGGHHHHH!— grito mientras el placer surge a través de mí. 

Siento que mi cuerpo es liberado y mi crema brota de mi en carrera. Más de lo que he liberado antes. Escucho como él lo chupa con avidez. Estoy jadeando mientras dejo caer mis piernas y caen sobre los hombros de Liam. Yo estoy agotada. Pero él no lo está. Se pone de pie. Su polla esta dura de nuevo. Parece que bebió lujuria. Él se inclina sobre mí y me besa. Puedo saborear mis jugos sexuales en su boca. Me hace querer más de él. Ahora somos uno. Estamos mezclados. Pone sus codos a cada lado de mí y me mira a los ojos.

—Quiero probar algo—, me dice con voz ronca. Yo asiento con la cabeza. Él se pone de pie y suavemente empuja su polla en mi coño. La mete un par de veces. Luego la saca. Estoy confundida. Me levanta las piernas hacia arriba y luego pone la punta de su pene en mi ano. Él trabaja cuidadosamente su polla en el agujero de mi culo. Estoy impactada. Estoy tan apretada. Se siente como si tuviera que ir al baño. Pero se siente bien también. Entonces comienza a empujar lentamente dentro y fuera de mi culo. Gimo. Es como un ajuste perfecto. Es como recibir un masaje más o menos. 

Su pene esta golpeado mis zonas correctas pero en un lugar diferente, pero todavía se siente maravillosos. El empuja constantemente, lentamente, mirando si me duele. Él esta respirando con dificultad. — ¿Cómo me siento?— Le pregunto sin aliento. 

—Tan bien....— Me dice sin abrir los ojos. 

—Oh, papi...— le digo. Él se queja en voz alta. Luego comienza a empujar un poco más rápido, todavía está tratando de ser cuidadoso. Él trabaja a un ritmo más profundo. Poco a poco se hace más profundo y más rápido. Él esta gruñendo y gimiendo, respirando con dificultad. Puedo sentir un intenso orgasmo comenzando a surgir. Es más intenso que cualquier cosa que yo haya sentido. ¡No tenía idea de que el sexo anal se sintiera tan bien! Él me folla por un largo tiempo, hasta que estoy jadeando, gimiendo y suplicando, aunque no sé lo que estoy pidiendo. — ¡Por favor!— yo grito. — ¡Uh!—, de repente golpea su polla en mi apretado culo, mientras jadea y se retuerce. — ¡Oh, papi! ¡Oh!— Grito de placer y me lleva a nuevas e increíbles alturas. 

—¡UGGHHHHH!— grito mientras un poderoso orgasmo me atraviesa. No se detiene. Dura mucho tiempo. Estoy llorando. El orgasmo comienza a disminuir, pero las ondas de placer se mantienen sobre mí. Él todavía me está follando frenéticamente. Gruñe más fuerte ahora. —Oh, cielos, ¡UGGHHHHH!—, grita mientras se corre duro en mi culo. Siento como otra ola de placer me atraviesa, yo me quejo en voz alta. Él esta jadeando mientras sale de mi. Se tropieza de nuevo y se deja caer en el suelo con torpeza. Una vez que recupero el aliento, me incorporo. Mis piernas se sienten débiles, pero me bajo de la mesa y me arrastro a su lado. Él sigue respirando con dificultad. Yo pongo mi cabeza sobre su hombro y él me envuelve con sus brazos. Después de un rato se calma mi respiración, cierro los ojos y me quedo dormida.

Sexo con mi padrastro TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora