¡Número dos!
Está tras de mí porque soy una hermana Sanders.
Eso elevaría su estatus, tendría que ser ingenua para ignorar eso.
Tal vez es por eso que le presenté a Eliza... Ahora ella es su esposa.
Bien hecho, Angélica, el tenía razón, nunca estarás satisfecha. Cierro los ojos intentando ser fuerte.
-- Gracias por todo su servicio --mi hermana sonríe e intenta ocultar su sonrojo.
-- Si se requiere luchar una guerra para que nos conozcamos --sonríe dejando ver unos hermosos hoyuelos-- Habrá valido la pena --sonríe mientras beso el dorso de su mano.
-- Los dejaré solos --dijo fingiendo una sonrisa y camino hasta llegar a un balcón.