Las Instalaciones

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Este edificio es interminable, llegó a la conclusión JungKook mientras seguían caminando por los largos pasillos. Llegaron al fin a la última planta y bajaron del ascensor hacia una gran habitación. JungKook creyó que no podía ver la pared del otro extremo debido a la lejanía con el mismo.

-Así como en otros pisos se maneja más la logística y construcción de piezas pequeñas, aquí se hace el armado de los autos completos. La carrocería primero, sumándose la chapa y pintura, con los neumáticos al final. Las instalaciones de tecnología para la comodidad del usuario son los últimos detalles después de que ya tenemos el modelo pronto. -TaeHyung comenzó a caminar y JungKook lo siguió de inmediato, observando montones de máquinas acompañadas por personas con trajes celestes, cascos y lentes. -La mayoría de los procesos de fabricación y ensamblado los realizan las máquinas, aunque hay detalles que solo los empleados pueden hacer.

TaeHyung dobló por un pasillo entre otras máquinas y JungKook notó como varios de los empleados saludaban al castaño con una sonrisa mientras este se abría paso entre los coches a medio armar a paso lento.

-Wow. Este lugar es...

-Majestuoso. Lo sé. Cuando era niño, venía aquí sólo para ver lo increíble que era el proceso de crear un auto. Recuerdo que sabía todos los pasos a seguir para armar uno y eso hice en cuanto mi padre me lo permitió. Conocía las piezas y como funcionaban y sabía con que propósito estaban en el auto. Eso me ayudó mucho cuando me tocó hacerme cargo del negocio. Aunque prefiero mucho más la parte de diseño estético del automóvil.

TaeHyung siguió caminando hacia un lado de la habitación y poco después, JungKook pudo ver un ascensor al final del pasillo.

-Si no pasa nada, no tengo que venir muy seguido aquí aunque me gusta salir del edificio por esta parte. Así puedo ver que todo este en orden; y también lo disfruto. -TaeHyung habló justo antes de pararse frente al ascensor y apretar un botón.

El castaño subió a la plataforma y JungKook lo siguió sin preguntar y se puso detrás de él. En ese instante, su mirada bajó por toda la figura de su jefe y aunque se sientiera un poco mal, no se apenó demasiado cuando sus ojos se detuvieron en ese trasero que ya había visto más temprano. Está impresionado, y JungKook ya había visto muchos traseros buenos en su vida; pero es que este es insuperable. El sonido del ascensor lo despiertó pero sé quedó petrificado ante la voz de TaeHyung.

-JungKook, hay espejos en el ascensor. Solo no toques lo que no vas a comprar. -Dijo y caminó fuera del ascensor, hacia lo que es el estacionamiento subterráneo.

JungKook no pudo moverse al darse cuenta de la situación allí; coqueteo puro y duro. Le tomó todo el tiempo hasta que el ascensor estuvo listo para irse y casi le cierra la puerta en la cara, para darse cuenta de que tenía que seguir a TaeHyung. No permitió que las puertas se cerraran gracias a sus dedos y éstas se volvieron a abrir para que él pueda pasar. Corrió detrás del castaño, quien caminaba con ese andar confiado por entre un montón de coches nuevos. JungKook aún no supera que ha sido pillado viéndole el trasero a su jefe y no fue despedido. ¿Eso significa vía libre? El pelinegro se abofeteó mentalmente por su estupidez.

TaeHyung se detuvo delante de un automóvil negro, uno de su empresa. Y tendió unas llaves a JungKook, quien se le quedó viendo sin entender.

-Se que conduces, estaba en tu CV. -Dijo, sacudiendo las llaves frente a su cara.

El pelinegro las tomó, rozando sus dedos con los del castaño y apretó el botón para abrir las puertas antes de montarse en el asiento del conductor. El coche era una belleza, seguro que lo más lujoso que JungKook hubiera conducido nunca y llegar a la casa del señor Kim fue pan comido con el GPS ya programado. En el viaje, ninguno habló sobre nada. TaeHyung estaba decepcionado de no haber tenido respuesta a su comentario y JungKook estaba avergonzado de haber sido pillado en pleno acto, por lo que se regañó internamente y decidió no volver a hablar hasta que fuera necesario.

La mansión Kim era una increíble edificación a orillas del río Han y con hermosas vistas al mismo. Contando el primer piso con una sala de estar, comedor y cocina completamente equipadas y con espacio para un montón de personas que JungKook no pudo calcular. Aunque su mayor sorpresa fue la gran piscina climatizada y el jacuzzi, todo con vista a través de unos enormes ventanales. En el segundo piso, TaeHyung le mostró otra sala de estar, aunque esa más pequeña, el gimnasio y una sala de juegos con una pantalla plana que JungKook juró que era de un cine.

-Me gusta divertirme en mi tiempo libre, y tengo mucho de eso. -Rió TaeHyung. -Aquí hay tres habitaciones de huespedes, en caso de cualquier emergencia.

Subieron al tercer piso, donde lo primero que JungKook pudo ver fue un gran ventanal conduciendo a una terraza. La misma tenía vista directa al río Han, desde donde se veía el agua iluminada por el sol de la mañana en Seúl.

-Al final del pasillo está mi habitación, pero no te voy a enseñar eso ahora. -TaeHyung abrió la puerta hacia la terraza y caminó al borde con las manos en sus bolsillos. -Y a un lado está la tuya. Era de mi hermana pero ella está a punto de casarse así que no viene a quedarse como antes. Está a tu disposición para cuando la necesites. Está amueblada por completo pero no hay ropa en el armario aún, no sabia tus tallas ni si eras alto. -Lo miró de arriba a abajo y de la nada JungKook se sintió expuesto al mayor. -Tenemos que salir a buscar eso además de pasar por mis cosas. Además, al otro lado está mi oficina. Allí no estoy casi nunca pero alguien tiene que hacer el papeleo.

TaeHyung se encogió de hombros y sonrió, haciendo que el pelinegro se lo quede mirando embobado. Otra vez. El mayor volvió adentro y lo esperó para cerrar la puerta antes de caminar al ascensor de nuevo. Bajaron al primer piso pero JungKook se sorprendió al encontrarse con una joven en la cocina.

-Buenos días, Lisethe. -TaeHyung tomó una manzana para darle un mordisco y se apoyó sobre la mesada de la cocina, observando cómo la mujer cortaba algunas verduras.

Esta le sonrío y luego dió reparo en JungKook, quien se encontraba detrás del castaño. Mala idea, JungKook. De nuevo está enseñándote ese trasero. El pelinegro se aclaró la garganta e hizo una reverencia. TaeHyung se dió cuenta luego de su error y tragó para hablar.

-Lisethe, él es JungKook Jeon, mi nuevo guardaespaldas personal. JungKook, ella es Lisethe Evans, quien me cocina cuando no puedo hacerlo y mantiene este lugar en buen estado.

-Un placer. -Pronunció JungKook, volviendo a hacer una reverencia.

-Ya era hora, ¿no? ¿Estabas esperando a que te maten antes de conseguir mejor seguridad? -La mujer sonrió al pelinegro antes de reprender a su jefe.

JungKook se sorprendió al notar la cercana relación entre TaeHyung y la mujer, lo que no es muy común. También por las palabras de esta. ¿Esperar a que lo maten? ¿Quien querría matar a ese pedazo de muchacho y negarle al mundo la posibilidad de que formara parte de él? JungKook no encontraba una respuesta lógica.

El Guardaespaldas ♤KookV♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora