Querido Sombritas

Love

"Hay personas que no te dicen que te quieren porque les cuesta, pero te cuidan, pero se preocupan por ti, pero te escuchan y eso también es decir te quiero."

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No pudo evitar dejar escapar un suspiro al verla ahí, practicando con su daga con sus hermanos. Era simplemente hermosa, todo de ella era perfección. Sus bellos ojos grises, su cabello corto y ondulado de un color claro, su rostro y su actitud, toda ella logró engatusarlo lentamente hasta que lo dejó enamorado.

Ya habían hablado y se podría considerar que eran amigos, no mejores amigos, pero hablaba con ella cuanto podía. Durante las conversaciones podía presenciar la curiosidad que irradiaba y su orgullo también. Era obvio, era hija de Atenea, la diosa de la sabiduría, pero ______ tenía algo que la diferenciaba de sus hermanas. Le daba ganas de reírse de él mismo, jamás entendió lo que era el amor hasta que llegó, y cambió todo lo que conocía, lo que creía correcto e incorrecto. Siempre le pareció estupido el comportamiento de Percy y Jason al verlos tan preocupados por sus novias anotando cada fecha especial en un cuaderno para que a ninguno de los dos se les olvidara. Sonrió irónico, ahora el era el jodido enamorado que andaba como un perro tras una chica. Pero no era cualquier chica, era _____.

En un momento _____ volteó hacia él, podría jurar que sus miradas se encontraron. Se encogió un poco más en la oscuridad para pasar desapercibido, pero fue en vano. Porque venía encaminándose hacia donde se encontraba. Trato de nivelar su respiración, mientras ponía una mano en su pecho para calmar los latidos de su corazón.

—Hola Nico— saludó _____ moviendo su mano de un lado a otro. Tenía una fina capa de sudor cubriendo su frente, su cabello atado en una desordenada coleta lucia igual de brillante que siempre. Sus grandes ojos de un hermoso gris, destellaban curiosidad y unas ansias insaciables de conocimiento. Y eso era lo que le gustaba de ella siempre quería aprender más, quería ampliar sus conocimientos. Toda una hija de Atenea.

—Hola _____— saludó un poco más calmado con una pequeña sonrisa adornando su frívolo y casi inexpresivo rostro. A ____ casi le da un infarto al ver lo lindo que se veía el de cabello oscuro sonriendo. Pues ella estaba enamorada de él, su ritmo cardiaco siempre aumentaba deliberadamente cuando estaba junto a él o lo escuchaba hablar. Al principio pensó que estaba enferma pero después de informarse un poco y hacerle encuestas y preguntas a medio mundo, dedujo que le gustaba, pero después el sentimiento fue aumentando hasta que ¡bam! Finalmente quedó a los pies de Di'Angelo, queriendo que sintiera lo mismo que ella y aunque a pasado un rato desde que siente eso pero aún no se a animado a decirle, tenía miedo, era una cobarde.—Oye— continuó Nico después de unos minutos de silencio— ¿quieres ir a caminar por el bosque?— preguntó un poco nervioso, seguramente tenía las mejillas rosas por lo que movió su cara hacia otro lado.

La de cabello claro soltó una risita al ver lo adorable que se veía, hace mucho que no pasaba tiempo con el de orbes oscuros, no desaprovecharía esta oportunidad. —Encantada Nico— respondió poniéndose al lado del nombrando para adentrarse al bosque dejándolo unos pasos atrás— ¿vas a venir?— cuestionó al ver que se quedó parado. A lo que Nico rápidamente la alcanzó para caminar en un silencio cómodo por varios minutos.

Siguieron caminando contando varios chistes o simplemente relatando lo que habían estado haciendo últimamente. A Nico le encantaba la risa de _____ no era tan ruidosa pero demostraba felicidad, felicidad pura, no era falsa como la de otras personas, ella sí reía con sinceridad. _____ amaba la sonrisa de Nico a pesar de que a él le encantaba el color negro tenía los dientes más blancos que hubiera visto, algo que le causaba risa.

Después de un tiempo se sentaron reposando sus espaldas en el tronco de un gran árbol. Estaban un poco separados tratando de controlar su respiración después de varias risas más. Por un movimiento ____ movió su mano izquierda de una manera en la que su mano quedo arriba y la mano derecha del hijo de Hades abajo. Ante esto desviaron sus miradas hacia sus manos, un poco nerviosos por el tacto del otro. La de ojos grises miro rápidamente al peli-negro queriendo disculparse pero para su sorpresa Nico entrelazó sus manos.

Se quedaron viendo por un tiempo, que parecía una eternidad para ellos. Se miraban directamente a los ojos queriendo descifrar cada uno de los secretos y sentimientos que el otro escondía. Podían quedarse un rato más así pero la rubia cortó el silencio:

—Nico— mencionó sin apartar su vista de el en ningún segundo.

—Mmm

—¿Que es el amor?— preguntó con un tono inocente y curioso. Nico sonrió se veía tan tierna con esa carita de curiosidad. Con sus ojos brillando y su boca un poco entre abierta. Apretó el agarre de sus manos, para después acariciar la mano de la contraria suavemente, mientras pensaba en cómo responderle.

____ lo veía expectante quería escucharlo de él, con sus propias palabras. Quería ver si no se equivocaba con lo que sentía, por que era nuevo para ella, y le gustaba que su primer enamoramiento fuera con el Rey de los Fantasmas: Nico Di'Angelo.

— Amar es— inició llamando la atención de la rubia que agudizaba todos sus sentidos mientras controlaba sus latidos y acelerada respiración por el suave roce de los dedos de Di'Angelo sobre su mano— es estar tranquilo,¿sabes? Sentarte con alguien a charlar, contar chistes y luego no querer dormirte nunca porque perderías un minuto con esa persona, y no quieres.

Se quedaron mirando Nico estaba muy nervioso la verdad no sabía cómo pudo hablar sin que su voz temblara por la adrenalina que sentía. Prácticamente, de una manera, le dijo que la amaba. Por que ellos hacían todo eso, charlaban, contaban chistes y el no quería perderse un solo minuto para estar con ella siempre.

La rubia esbozó una suave sonrisa en sus labios rosados, al fin comprendía y ya sabía que hacer.

— Entonces, si eso es el amor— empezó armándose de valor para lo siguiente- te amo Nico Di'Angelo.—termino juntando sus labios con los del de cabello oscuro para así dar paso al primer beso para ambos.

El hijo de Hades abrió los ojos un poco sorprendido por lo que acababa de pasar, la hija de Atenea se le confesó para después besarlo, se sonrojó mucho, pero aun así reaccionó para corresponder el beso.

Se separaron juntando sus frentes mirándose fijamente, los dos parecían tomates maduros con lo rojos que estaban. Sin perder tiempo pasó sus brazos por la cintura de la chica para dar paso a un dulce abrazo. Acercó sus labios a la oreja de la contraria lo que ocasionó que varios escalofríos la recorrieran completamente.

— También te amo _____— susurró en su oído. Sus ojos se llenaron de lágrimas al escucharlo pronunciar esas palabras, estaba tan contenta por oírlas, se sentía aliviada. Pasó sus brazos por la espalda del chico, haciendo más fuerte el abrazo.

Quién hubiera dicho que su primer amor iba a ser correspondido.