Querido Sombritas

Over and over

"La luz sonríe al ver a la oscuridad, y la oscuridad al ver a la luz. Por que saben que no existirían sin la otra"

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I feel it everyday it's all the same

Solté un suspiro al verlo entrar al comedor. Mi corazón empezó a bombear la sangre más rápido de lo normal. Lo seguí con la mirada hasta que empezó a comer, una cajita feliz de su restaurante familiar favorito: Mc'Donalds. Recargue mi cabeza en mi mano izquierda y la otra la usaba para llevar mi alimento hacia mi boca.

Me quede observándolo por un largo rato pensando en cómo me podría acercar hacía él, sin que fuera algo tan incomodo, para ninguno de los dos. Hasta que al fin la idea llego a mi mente, así de rápido como me llego, así de rápido fue cuando la quise poner en práctica. Me acerqué un poco insegura hacia su mesa, temblaba, eso seguro, y me tambaleaba como si estuviera a punto de desmayarme. Agradezco en estos momentos que no hubiera nadie en el comedor, salvo nosotros dos. Sentía que el tiempo estaba transcurriendo en cámara lenta con cada paso que daba, además de los nervios crecientes que salían cuando la silueta de Nico se acercaba cada vez más.

Me sentí sumamente feliz cuando llegue a la mesa del hijo de Hades sin un desmayo. Me paré a la derecha de él, pero no había captado mi existencia. Era eso o que me estuviera ignorando, pero eso no es...¿verdad? Me quede un rato así hasta que me atreví a darle unos toquecitos en el hombro para que volteara hacia mi. La felicidad inundó mi cuerpo al notar su mirada oscura en mi persona. 

— Hola—salude, sintiendo las típicas maripositas en el estómago, las mismas que surgen cada vez que hablas con tu crush. Me vio por unos momentos para después voltearse como si nada. Mentiría si les dijera que no me sentí ofendida.

Intente volver a hablarle pero el ya se había ido. No dije nada, siempre era lo mismo, pero no me rendiría, no aun.

It brings me down but I am the one to blame

Después de dos días, al fin tengo la oportunidad de estar a solas con Nico. Estaba decidida este día será el decisivo, estaba muy segura que él me miraría y me hablaría.

Me acerqué a él quedando su espalda encorvada frente a mi. Tanteé un poco decidiendo si era lo correcto «No te eches para atrás ahora ______», me regañe mentalmente. Con cautela toque su hombro.

— ¿Qué es lo que quieres ahora?— escuche que preguntó. A pesar del tono frío que uso, no pudo evitar alegrarme. ¡Al fin me había hablado! Podría estar brincando de la felicidad ahorita mismo.

— Solo quería decirte que...

— ¿Qué?— llevó una papa francesa a su boca.

— Me gustas mucho Nico di' Angelo— cerré mis ojos con fuerza esperando la reacción por parte suya pero nunca llego.

Vi que estaba tieso pero como si hubiera sentido mi mirada rápidamente volvió a su usual semblante serio.

— Siempre lo dices.

— Y siempre lo digo enserio. 

Espere su respuesta ansiosa pero como siempre desapareció en un viaje sombra dejándome devastada. Me gustaría culparlo pero se que no es su culpa sino mía, siempre insisto mucho tal vez lo estoy agobiando. Lo mejor sería que ya no le dijera nada más y que lo deje en paz.