💫El niño de los labios Sexy💫

💫Cap 3💫

Kai se preguntaba cómo es que podía existir una persona tan linda, tan hermosa... Soo dormía en su pecho mientras era acurrucado en sus brazos, porque después de su encuentro amoroso el pequeño ya hablaba más con él, compartían besos, abrazos y ya llevaban dos noches durmiendo juntos "sin hacer nada sexual", mientras Kai abrazaba al menor y le empezaba a brindar mimos, ya que a éste le encantaban y a Kai también le encantaba la sonrisa de su pequeño cuando le hacía mimos. Su risa era tan pura, tan dulce, que hacía que el corazón del mayor latiera a un ritmo descontrolado y es por esto que Kai miraba a su pequeño dormir con sus labios abultados, acurrucado en su pecho, y le brindaba caricias en su cabello.

Al pasar unos minutos, al fin cayó en los brazos de Morfeo.

Soo despertó muy calentito y eso le gustó. Se acurrucó más en los brazos del mayor que lo tenían aferrado contra su pecho y a él gustaba estar así con él, le gustaba que éste lo mirara con esa sonrisa linda y que le brindara mimos cada vez que él lo pedía.

Se dio la vuelta con sumo cuidado, ya que no quería despertar a su "niñero mafioso". Al ver que el mayor no se despertó, se le quedó mirando con una sonrisa boba en su cara. Era tan bonito, al mayor se le marcaba su mandíbula dándole un aspecto varonil.

Kai era tan guapo.

Ojos media luna, mandíbula firme, unos labios grandes, su marcado abdomen, hasta el color de piel de éste le gustaba, le parecía tan sexy que no pudo evitar tocar su rostro con cuidado. Tocó sus ojos, su frente, sus mejillas, su labio. No pudo evitar morder su labio. Su niñero era muy guapo de verdad.

Soo se espantó cuando Kai tomó su mano mientras la tenía en sus labios, lo miró directo a los ojos bajando la mirada apenado por ser atrapado en el acto. Intentó quitar su mano, pero el mayor la apretó contra sus labios y le dio un beso en esta, mordiendo sus deditos. A Soo le provocó una risita y Kai se abalanzó hacia él dándole un beso en sus labios.

- Buenos días pequeño -dijo Kai.

Kyungsoo lo miró y le respondió el saludo, abrazándolo y ocultando su cara en su pecho.

- Soo, me encanta cuando eres tímido.

- Nini... ¿Puedo ir donde Yoda... para que me preste... su perrito? -Soo miró a Kai con sus ojitos muy lindos y una sonrisa, dándole un piquito al moreno para convencerlo, sabía que a Kai no le gustaba que saliera porque estaba nevando-. ¿Puedo, Nini?

Kai miró a su pequeño cómo le pedía permiso. Era un manipulador, lo miró con sus ojitos lindos y le dio un beso, que acabó por convencerlo.

Kai estaba orgulloso de su trabajo, su Soo había quedado muy bien abrigado, le puso un suéter, unos monos, un abrigo grande de Pororo, un sombrero, guantes y bufanda. Se veía tan adorable que le dio un beso en sus labios abultados.

Mientras el menor refunfuñaba que era mucha ropa, que sólo tenía que cruzar la calle, Kai lo miró y le dijo que se veía lindo y, que si no iba así, no iría a buscar al perrito. Y al menor no le quedó más de otra que ir a regañadientes a buscarlo.

Sin embargo cuando llegó allí, no espero ver lo que tenía de frente.

- Ah... Channie ... Más, ah...

-Umm... bebé eres tan apretado.

Kyungsoo nunca pensó que en su vida fuera a ver una cosa así, ni siquiera se lo imaginó. No señor, nunca se lo imaginó.

Tenía sus ojos muy abiertos, parecía que iban a salir de su órbita en cualquier momento. Sus mejillas estaban rojas y su boca abierta, Soo nunca perdió la costumbre de cada vez que encontraba la puerta de la casa de su vecino abierta, entrar como perro por su casa. Y vaya que de ahora en adelante perdería esa costumbre, lo que estaba viendo era demasiado fuerte para sus ojitos.

Chanyeol estaba parado detrás de su primo Baekki, con su cosita adentro de éste mientras su primo jadeaba con todas sus fuerzas. Chanyeol tenía una mano sosteniendo la cintura de "primito" y con la otra lo masturbaba como lo había hecho Kai días anteriores, mientras Baek se agarraba de la pared. Cabe destacar que cuando lo vieron, Chanyeol tapó a Baek con su cuerpo y tomó su suéter del suelo para dárselo a su "primito".

- ¡Kyung! Dios, ¡no le digas a mi mamá! - Baek estaba asustado, nunca pensó que su primo lo fuera a encontrar así-. Kyung, espera... C-channie detenlo... ¡Kyung!

- Tranquilo Baek, no llores. Ponte tu ropa, todo va a estar bien. ¡Confía en mí! ¿Sí, bebé? -Tomó a Baek entre sus brazos, estaba asustado y nervioso, hecho un mar de lágrimas.

- ¡Te voy a matar, orejas!

Kai no estaba molesto, estaba furioso. Cómo se le ocurre dejar la puerta abierta y su Soo lo encontró mientras le cogía el culo a su primo. De esta no se salvaba.

- ¡A ver, mocoso, bájame la voz!

Cómo se le ocurre gritar y alterar más a su princesa.

- Kyungsoo fue el que entró a la casa sin tocar. ¡Yo ya cumplí con disculparme, negro!  -dijo mientras tomaba a Baekhyun en sus brazos y se lo llevó, mientras dejaba a un furioso Kai.

"MALDITO OREJÓN"

- Kai no rompas nada... Kai ...detente -Kyungsoo estaba asustado, Kai estaba hecho una furia, rompió unos floreros y lanzó unos libros al piso. Le dio unos cuantos golpes a la pared mientras lanzaba maldiciones. Estaba rojo y le daba miedo- ¡Ya Kai! -gritó, mientras lo tomaba del brazo.

Kai estaba tan molesto, Soo lo tomó por un brazo y lo jaló. Cuando lo miró tenía los ojitos rojos y unas lágrimas se resbalaban por sus mejillas. Se quedó quieto mirándolo, cuando lo fue a tocar él se alejó un paso. Lo jaló para cargarlo.

- Soo, ya no llores, ¡no voy a hacerte nada! -él sólo bajó la mirada y asintió. Kai caminó a paso lento hasta la sala y los sentó, tomando a su pequeño en su regazo y trazando figuras sin sentido en su pecho.

Soo levantó su carita y le dio un beso. Luego otro, y otro más. Después se acostó y le miró.

- No estés molesto, Nini.

¡Ah! Ese niño era tan lindo.

Prosiguió a darle muchos besos y luego se pusieron a ver la tele hasta que la barriguita de Soo empezó a hacer ruidos.

- Tengo hambre, Nini.

Kai se paró con él cargado y le dio un beso puro, demostrándole su cariño y su amor, porque sí, ese pequeño de los labios sexis lo había enamorado por completo.

Él correspondió al beso, pasando sus brazitos por su cuello e inclinándose más, mordió su labio y abrió la boquita que le sabía a gloria. Kai chupó, mordió y dio castos besos hasta que se separaro porque a Soo le hacía falta el aire.
Dándole el último beso se dirigieron a la cocina entre mimos a cocinar... O a hacer el intento.
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