Highway [Jackbeom] ✓

Capítulo final: Mío

J.B. sintió una especie de extraña paz interior cuando volvió a sentir que Jackson conducía.

Aunque esta vez era un poco distinto, Jackson seguía siendo su salvación en un momento de crisis. Fue como un deja-vu cuando volvió a mirar hacia el lado, recorriendo cuidadosamente la figura de Jackson con sus ojos. Deleitándose con cada detalle. De nuevo, Jackson traía uno de esos pantalones que dejaban poco a la imaginación, la camisa tampoco era precisamente inocente, especialmente con su ausencia de cuello, lo que provocaba que el escote se hundiera profundamente en su pecho. Jaebum sonrió para sus adentros. Jackson era demasiado sexy.

Sin embargo ahora la situación era otra. Jackson correspondió las lascivas miradas de J.B. con una sonrisa mientras continuaba conduciendo. Aunque no iba tan rápido como antes, se notaba un poco de apuro en la forma en la que se pegaba al límite.

-¿Exactamente a dónde me llevas?- Jaebum se acomodó en el asiento, relajándose. Se sentía extrañamente cómodo ahí con Jackson. Nunca había nada molesto o desagradable junto a él. Además… bueno, era un Audi. Era imposible estar incómodo.
Jackson amplió su sonrisa con malicia.

-Ya te dije: a un lugar para que pases la noche.

J.B. estiró una de sus manos y la puso sobre el muslo de Jackson.

-Supongo que ese hospedaje de lujo te incluye a ti. ¿Verdad?

Jackson frenó ante la luz roja de un semáforo. Soltó el volante y se quitó el cinturón de seguridad para inclinarse sobre J.B.

-Claro, el chino sexy va por la casa.- sonrió y depositó un casto beso sobre los labios de J.B. Sintió al mayor gemir ante el contacto, lo cual hizo que un escalofrío recorriera toda su espina dorsal. Sin embargo, cuando se iba a separar, notó como las manos del mayor sujetaban su cabeza y lo obligaban a unir nuevamente sus labios, reclamándolo en un beso duro y ansioso. J.B. mordisqueó sus labios y paseó su lengua por el interior de su boca, con algo que solo podría ser descrito como una necesidad apasionante. Jackson se dejó llevar, descubriendo de repente las ganas tan enormes que tenía de besar a J.B., de acariciarlo, de tocar cada jodido centímetro de su cuerpo…

El sonido de un claxon los sacó de su pequeño mundo. La luz ya había cambiado a verde y ellos seguían allí sin moverse, bloqueando la senda. Jackson se separó de J.B. después de darle una última lamida a sus labios y volvió a su lugar, moviendo el auto de mala gana. J.B. aún tenía una mano en su muslo, y lo acariciaba sin el más mínimo recato, divirtiéndose al ver la expresión turbada de Jackson mientras conducía.

-¿Falta mucho?- le preguntó.El menor aceleró en respuesta.

-Me estoy asegurando de que no.

Jackson detuvo el auto ante lo que J.B. únicamente podía considerar como un palacio moderno. Se bajó del auto mientras miraba el enorme inmueble con la boca abierta. Jackson también se apeó y se paró a su lado.

-¿Te gusta?- le preguntó, haciendo visera con la mano para cubrirse del sol.

-¿En serio vives aquí?- J.B. se giró a verlo. Jackson solo se encogió de hombros.- Dios…

-Ven.- Jackson tomó su mano.- No vinimos para apreciar la arquitectura de mi casa.

Jackson apenas le permitió a J.B. mirar alrededor, subió corriendo las escaleras, aun sujetando la mano del mayor. Finalmente tenía a J.B. solo para él. Aun parecía un sueño, pero realmente eran los pasos del mayor los que sonaban detrás de él.

Llegó hasta su habitación y casi lo lanzó dentro. Supuso que Bambam había mandado a que organizaran porque su desastroso cuarto ahora estaba impecablemente limpio y ordenado. Cerró la puerta tras de ellos y se apoyó sobre esta mientras miraba enternecido como J.B. caminaba en su habitación, mirando los detalles con una sonrisa fascinada. No podía creer que lo tenía allí, en su cuarto. Todo su cuerpo vibraba de la emoción.