D e l i r o n ú m e r o 8

22 4 2
                                    

Tocando la más funesta melodía con aquel violín.
Agena a toda la masacre del gran motín.
Respiraba aires de una densa tristeza.
Acariando el arco y el violín.
Con la máxima delicadeza.
Observando los ríos carmesí sin fin.
Admirando las personas que luchaban sin pereza y con toda la fuerza.

Observando como las almas volaban.
A un lugar que ellas desconocían.
Y dónde los cuerpos sobraban.

Ahí se encontraba ella.
Medio transparente.
Alucinando con alguna estrella.
Con brillo fluorescente.

D e l i r i o sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora