12 días para morir [ Terminada ]

Capítulo 1 «La Isla, el bloque A»

— ¿Todo está listo? — pregunta una mujer elegantemente vestida, con una actitud dominante, y mirando un sin número de monitores, uno de los asistentes le responde.

— Así es mi señora, los participantes ya están en la isla, el sedante aún está funcionando, pero dentro de poco van a despertar.

— Perfecto, entonces activen el proyecto Tártaro y demos inicio a esta transmisión.

[En La isla]

En cuatro cajas metálicas se encuentran los "participantes". Individuos que fueron seleccionados por una Corporación llamada Hades, la cual organiza eventos clandestinos donde usualmente tienen como único objetivo, complacer a las masas, con juegos de supervivencia. Sólo que en esta ocasión, la corporación Hades a desarrollado un programa llamado Tártaro, el cual amplifica la realidad, creando situaciones o alteraciones en la isla desde sus ordenadores en la Corporación. El objetivo es que 13 personas con oscuros pasados compitan entre ellos o contra la isla para vivir, pues diariamente uno de ellos morirá, así nadie lo quiera, ya que cada uno posee collares con los cuales no sólo son rastreados, sino que también pueden ser asesinados.

— Mi cabeza, ¿Dónde estoy?— se decía así misma María René, una chica de mediana estatura, con ojos negros y cabello del mismo color, su melena llegaba  hasta los hombros.

María René, abrió la puerta de su jaula y observó otras tres más, con personas dentro. Aún no sabía dónde estaba y menos que estaba haciendo, pero entonces un sonido que para ella era muy familiar le hizo dar la vuelta y observar las olas del mar.
Evidentemente estaba en una isla, pero mientras ella observaba sin comprender cómo había llegado hasta ese lugar, otro de los participantes despertó.

— ¿Porqué estoy en una jaula y quien eres tú? — pregunto extrañado Dylan, un hombre de 1.80 cm de altura, corpulento y con un pésimo carácter. Estas preguntas no obtuvieron respuesta y mientras abría su puerta y tocaba la arena de la playa, otro participante despertaba.

— ¿Mamá? — decía Massiel, una chica de ojos café y cabello castaño, quien mientras se recogía el cabello de la cara, tocaba con sus pies descalzos la húmeda arena. Y así el último participante también despertaba.

— ¿Hola? — decía Wendolyn algo desorientada. Ella era una mujer alta y de ojos azules y cabello negro, por su vestimenta era evidente que se trataba de una mujer de negocios, pero esta vez sus zapatos de tacón pisaban la arena de la playa como los demás y como todos los ahí presentes no sabían porque estaban ahí, pero pronto tendrían respuestas.

[En La Corporación Hades]

— Mi señora, los cuatro primeros participantes del bloque A, ya despertaron.

Frente a una pantalla se encontraba la responsable del proyecto Tártaro, la mujer más peligrosa que pueda existir, su mirada fría y su actitud calculadora la hacían básicamente una arma. Su nombre es Hécate.

— !Perfecto! Dentro de unos minutos iniciaremos la transmisión en la deep Web.

— ¿Y los participantes de los bloques B y C?

— Aún no los despiertes, que primero inicien ellos. Ahora comunicame con mi padre.

En un mundo dirigido por hombres, una mujer como Hécate no tenía nada que temer, pues no existía nada ni nadie que fuera capaz de tocarla, pero frente a ella estaba su padre, el fundador de la Corporación Hades, un hombre envuelto en el más grande misterio.

— Padre, todo está listo. — decía algo nerviosa Hécate, aún cuando se dirigía a su propio progenitor.

— Eso espero...