"El Comienzo" [OP#0.5]

Capitulo 1

Londres 1987

- Y el primer premio para la exploración jamás realizada en la historia es para: ¡Marcus Louis Granshester!

Todos los presentes aplaudieron en coro, la primera expedición de 1987, en diciembre de aquel año Marcus había logrado descubrir una civilización escondida en los más profundo y recóndito de la selva. Incluso su libro narraba las vivencias de convivir con aquella comunidad por más de 2 años y medio.

El salón estaba repleto de personas importantes quienes felicitaban al joven explorador.

Una joven, quien era hija de un empresario famoso que había apoyado la expedición con fines ocultos, lo miraba impaciente por hablarle desde una de las esquinas.

Marcus reconoció que se trataba de alguien muy especial para él.

Era su mejor amiga Jazmín.

-¿No me das un abrazo de felicitación?-dijo Marcus mientras caminaba a su encuentro con los brazos abiertos.

Jazmín agacho la cabeza de vergüenza.

-Has estado mucho tiempo fuera de Londres.-respondió ella-Ya casi me pareces un extraño.

-Yo también te extrañe Jazmín-dijo él sarcástico.

Jazmín, lo observaba, y con solo mirarlo su corazón latía a mil por hora. ¿Cómo era posible que Marcus le gustase tanto?

Pero el instante se disipó cuando el compañero de expedición se acercó a Marcus susurrándole algo en el oído.

Marcus asintió, se disculpó con Jazmín, y después de aquello se retiró a las afueras del salón, junto a su compañero de expedición.

-Cuantas veces tengo que decirte que..-Su compañero de expedición Francis callo a Marcus, mientras este le reprochaba aquello que le había mencionado dentro del salón en presencia de Jazmín.

-Marcus, es algo simple que quiero que hagas.-decía Francis.-Solo deseo que añadas a tu libro que los caníbales en la selva SÍ existen.

-Sabes que no lo haré.-respondió Marcus

-Pues, si no lo haces tú, lo haré yo. -Francis volteo su cabeza con dirección a Jazmín.-¿Qué pensaría aquella jovencita si supiera todo lo que hiciste en tus dos años y medio de ausencia?

-No te atrevas.

-No lo hare, si tú me das lo que te estoy pidiendo. -dijo Francis sarcástico.

Marcus no podía borrar aquel remordimiento que llevaba por dentro, algún día lo tenía que superar, algún día. Pero nadie jamás debe de enterarse.

Francis y Marcus se hicieron millonarios de la noche a la mañana, su exploración fue un éxito, los llevaron a la fama, pero también a estar en las bocas de todo el mundo.

¿Cómo era posible que simples jóvenes estudiantes universitarios, emprendieran el viaje de sus vidas y regresaran ilesos y con mucho pero mucho dinero?

-Debimos haber traído mas piedras preciosas de esa montaña.- decía ahora Francis, mientras se recostaba en el sillón de su nueva casa, la reunión de premiación había acabado, y junto a su compañero de exploración Marcus pasaban una fría tarde junto a la chimenea.

-¿Y morir en el intento?-exclamo Marcus-Francis ya tienes todo lo que deseas, ese pedazo de Zafiro que vendiste te dio un monto de libras.

-Yo quiero más-añadió el joven ambicioso.

-No volveremos, entiendes.

- ¿Tu no lo harás?-pregunto Francis-Me sorprendes Marcus, pero algún día sé que recordaras tu pasado, y querrás volver. Pero cuando lo hagas, llámame si, no quiero dejarte hacerlo solo. -rio Francis.

Algún día Marcus tendría que regresar a la aldea Yarav porque una parte de su corazón aún se encontraba ahí.