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Narra YoonGi

¿Es necesario presentarme? Por favor como si no me conocieras ¿No haz escuchado de mi? Que lástima, no conoces nada de la buena vida. Mi nombre es Min YoonGi un Ceo importante, pero no como todos aquellos que conocen. No, yo soy más aún, un narcotraficante; soy el ser más odiado entre mi comunidad ¿Por qué? Pues por el simple hecho de hacer bien mi trabajo; jamás he caído en manos de la policía y mucho menos caeré como todas aquellas ratas que se hacen proclamar narcotraficantes.

Pero no todo es malo, claro que no. Ser odiado también tiene sus ventajas, además de desearme muerto, desean mi carne y como mis expectativas son altas y mis fetiches extremos son pocos lo que aceptan por las buenas pero muchos por las malas; quien diría que terminarían siendo tan masoquistas. Ah~ pobres idiotas, jamás me enamoraré de ninguno de ellos, no están a mi altura, no me hacen desearlos a tal punto de no querer asesinarlos y quitarles la vida tan cruel y deliciosamente lento como lo merecen.

Pero no todo es lindo, no. Tengo reglas como todo buen jugador deben seguirlas. La primera y más importante; jamás habrá amor, si lo hay la sanción será la eliminación inmediata ¿Es necesario darte los detalles? La segunda; estarás disponible cada que yo te llame y no me interesa que estés ocupado, no me gusta esperar; como todo acto tiene su consecuencia al no cumplirse será castigado de la forma más cruel, llevaré su cuerpo al límite si es necesario, pero no el límite sexual, el límite de la muerte ¿Serás capaz de soportarlo? Tercera regla; no tocarás mi cuerpo si no te lo digo, no habrá besos, ni cariño y mucho menos celos. Cuarta regla; harás lo que yo te pida sin rechistar, llevarme la contraria o incluso responderme, se hace lo que yo digo y nada más. Quinta y última regla; tu cuerpo me pertenece, haré lo que quiera con el, si quiero matarte, lo haré sin remordimientos, puedo encontrar otro igual y mejor en cualquier momento. ¿Estás listo para jugar, cariño?

— Chupa — Ordené mirando al contrario mientras sostenía su pelo en un puño empujándolo contra mi pene sin importarme tanto hasta que recibí una mordida en mi glande como respuesta. — ¿Cómo te atreves? — Gruñí golpeando su mejilla tirándolo al suelo tomando las navajas encima de la mesa abalanzándome a cortar su yugular dejándolo desangrándose en el suelo. — Así aprenderás. — Reí de costado mirándolo ahogarse con su propia sangre mientras sus manos intentaban torpemente detener la hemorragia que tenía. — Mira el desastre que haz hecho, tendrán que limpiar tu mierda ahora.

Hablé en tono de molestia pateando su entrepierna caminando hasta la puerta saliendo para luego dirigirme a la cocina sólo en bóxer.

— Tienes que cambiar la alfombra del cuarto, tiene una mancha roja. — Dije tajante tomando un vaso de whisky tomando mi teléfono para marcar. — Necesito un juguete nuevo, el que tengo ya no sirve. — Dije y colgué sonriendo hacía el vidrio que se posaba frente a mi notando la pequeña gota de sangre que en mi mano yacía acercándola a mi boca lamiendo la gota. — Delicioso.

Pasaron horas aburrido hasta que al fin llegó mi orden, inconsciente lo bajaron del auto llevándolo hasta el sótano, mientras despertaba lave, perfume y vestí mi cuerpo elegante con un traje de satín negro, camisa negra abierta dejando ver un poco de mi pecho y la gruesa cadena de oro que la adornaba a juego con los anillos en mis dedos.

— Ya despertó señor Min. — Se escuchó del otro lado de la puerta haciéndome salir de inmediato bajando la escalera al encuentro con mi nueva víctima.

Lo miré desde la oscuridad del sótano mientras se removía en su asiento; me acerqué lentamente con elegancia pero como una fiera en busca de su presa, le miré con arrogancia al llegar a su lugar tomando los cabellos de su cabeza levantándolo fuertemente haciéndolo mirarme bajando con mi mano libre por su frente hasta acariciar la mordaza de sus labios sonriendo hasta llegar a su mentón soltando su cabello afirmando su cara con sólo dos dedos mordiendo mi labio.

— Kim TaeHyung. — Pronuncié ronco su nombre pasando mi pulgar por su belfo reteniendo la tentación de introducir un dedo en su boca y probar su calidez. — Sacaré la mordaza, si gritas estas muerto. — Dije serio tomando el puñal de la mesa poniéndolo en su garganta tomando la mordaza para sacarla. — Te preguntarás que haces aquí ¿No es cierto? — Pregunté sin obtener respuesta agotando la poca paciencia que tenía. — ¿No es cierto? — Volví a repetir acerando mas el puñal enterrándolo superficialmente en su garganta sin hacerlo sangrar. — Muy bien, estas aquí porque me perteneces y haré contigo cosas exquisitas, además de tenerlo todo aquí. — Sonreí por su cooperación quitando el puñal de su cuello poniéndolo en su lugar en mi pierna acercándome a su cuerpo levantando su cabeza más aún lamiendo la sangre de su cuello dando una mordida en las heridas deleitándome de su quejido subiendo las lamidas por su cuello hasta sus labios hasta morderlos y tirar de ellos. — Te portarás bien ¿No es así, TaeHyung?

Ghoulish | TaeGi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora