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Sujeté su mentón abriendo su boca mientras introducía lentamente mi pene haciéndome soltar un suspiro por lo caliente y húmeda que su boca era. No tardó en comenzar a chuparlo y lamerlo mientras su baba escurría por su mentón.

Se mantuvo con los ojos cerrados mientras subía sus manos a mis piernas acariciando mientras chupaba como si un dulce fuera, encantador y caliente por donde lo vieras. Tomé los mechones de su cabello y los sostuve en un puño comenzando un rápido vaivén contra su boca. Escuchaba como sonaba la saliva acomulándose en su boca al igual que las arcadas que comenzaba a tener. Asfixiarlo era realmente fácil y seria una grata forma de matarlo, continué con algunas estocadas mas hasta retirarme de su boca violentamente; lo tome del brazo y lance a la cama subiéndome también tomando lugar entre sus piernas.

— Vas a portarte bien ¿No es así TaeHyung? — Pregunté volteando su cuerpo metiendo un dedo para lubricarlo.

— A-ah... duele... — Se quejó removiéndose bajo de mi haciéndome gruñir en desagrado.

Como si aquello fuera obra de arte se mantuvo quieto en lo que introducía un segundo y un tercero luego. Ya preparado me adentre sin permiso alguno comenzando a moverme de forma frenética con tal de satisfacerme, después de todo estaba apretado y listo para mi.

No tardaron en llegar los gemidos y los lloriqueos para hacerme parar. Si había algo que me molestaba era eso, odio que hablen, odio que giman, odio que lloren, odio cualquier tipo de contacto. Golpeé la cama volteándolo mientras afirmaba con fuerza sus muñecas a cada lado de su cabeza entrando y saliendo rápido notando como su cara estaba empapada y su cuerpo temblaba. Me detuve y le mantuve la mirada.

— ¿Vas a callarte? — Pregunté de mala gana sintiendo más húmedo mi entrepierna ¿Pero que mierda? Salí y observé, estaba completamente empapado de sangre.

Solté un mascullido separándome y tomando una de las toallas, pasándosela.

— Límpiate, vendrán a revisarte.

Terminé de acomodar mi ropa y salí de la habitación de un portazo mientras me dirigía a tomar el teléfono y llamar al medico personal. Jeon JungKook.

Narra TaeHyung.

¿Cómo era posible que todo esto me estuviera pasando? ¿Que había hecho de malo para merecer esto? Me incorporé y miré entre mis piernas, había sangre por todos lados, mi cuerpo dolía, mis piernas temblaban, tenía un nudo en la garganta y las lágrimas no cesaban. obedecí a su mandato y limpié de mis piernas la sangre hasta llegar a mi ano, completamente adolorido pase la toalla limpiando al menos lo superficial, ya llegaría quien me ayudará y ojalá a escapar de aquí.

Retiré las sábanas manchadas de la cama y las deje junto a la puerta; me recosté de lado mirando la ventana que al otro de la habitación quedaba ubicada mientras sollozaba en silencio. Ciertamente había imaginado que solo sería sexo, que mantendría al menos un poco de cuidado con mi cuerpo, pero no resulta ser nada mas que una bestia. Lo odio, nadie me había hecho tanto daño como él, nadie me había hecho sentir tan basura, nadie me había hecho sentir tan frágil...

Algunos minutos pasaron y la puerta fue tocada con suma delicadeza, mire en dirección a esta y suave "pase" salió de mis labios. Un alto moreno y joven chico se asomó enseñando sus dientes mientras cerraba la puerta detrás de él dejando el maletín en la mesa de noche.

— Soy Jeon JungKook un placer conocerte, ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó aún sin quitar la estúpida sonrisa.

— Kim TaeHyung. — Respondí desviando la mirada a mis manos no queriendo verme tan destrozado y adolorido.

Ghoulish | TaeGi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora