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Caminaron juntos por el campus de la universidad, la mano de Hoseok paso por detrás de su hermano, quería apretarlo y jalarlo hacia el, poderlo abrazar como lo hacen las demás personas, pero ¿por qué todo lo que uno lleva a cabo la gente lo toma a mal? Las miradas de repugnacion y asco se las llevaba con un simple abrazo que le diera a su hermano, ¿Por qué? Por qué era su hermano y esa cercanía que tenían no era normal, a los pensamientos de las personas que los rodean.

Con resignación bajo la mano y mejor se decidió a meterla a la bolsa del pantalón, así tendría un poco de calor, le dirigió la mirada al pelinegro, toda su cara era de seriedad no estaba expresando absolutamente nada, las canciones rondaban por su cabeza pero a ninguna le daba seguiduras con su boca, no tarareaba.

— ¿Que vas a hacer saliendo?. — saca al pelinegro de su burbujita mental ganadose una mirada despistada de parte del contrario.

— Regresaré a casa, tengo trabajos por terminar. — avisó pasando por sus compañeros — más tarde te veo.

Sus caminos cambiaron, el tomo las escaleras que conducían a la planta baja, pues los alumnos de primer grado no tenían permitido socializar con los mayores, hasta pasar a su segundo año. Las reglas en su colegio eran diferentes a las de algunas otras, los profesores decían que así se encargaban de no armar tanto acoso escolar.

Lo detestaba con toda el alma, aquella maldita regla que no servía para nada, pasar casi ocho horas alejado de su hermano sin que pudiera verlo hasta la hora de salida, le destrozaba el corazón, a pesar que en la hora de salida se irían juntos y lo tendría para el solo cuando llegasen a casa.

Camino por las escaleras para llegar a su respectiva aula, pues la espantosa de su novia ya lo estaba esperando sentada encima del escritorio del profesor, que aún no había llegado, como todos los días tenía que fingir una sonrisa y acercarse para darle el beso que tanto a ella le pone contenta. Dejo sus cosas en el asiento que iba a ocupar próximamente y se dirigió a la menor.

Era muy hermosa, sus ojos azules resaltaban con el tono blanco de su piel, pelo largo hasta las caderas color rubio, un rubio muy claro con tonos cobrizos, se metió entre sus piernas apoyando sus manos en la cadera de ella, sonrió contenta sintiendo su corazón latir.

— Bebé! ¿Podemos ir más tarde al cine?. — hizo un puchero adorable, la voz lo irritaba, no sabía por qué tenía que gritar tanto a la hora de hablar.

Debería aceptar su propuesta, hace más de un mes que no salen, por qué el señor Hoseok prefiere pasar más tiempo con su hermano a prestarle atención a su dichosa novia.

Si la amaba pero no con todo su corazón así como las demás personas dicen, ella solo ocupaba la esquinita de ello, a veces se olvidaba de ella, y su lugar era remplazado por Jimin llenándose de claridad y amor que no era correspondido.

— Si mi amor. — beso sus labios muy rápido pues ya quería acabar con el show que le estaba armando.

Era un joven muy guapo, cuerpo esbelto, abdomen marcado brazos gruesos que te daban ganas de apretarlos con tus manos, por esos detalles la rubia se enamoró de él, a parte de tener un gran corazón, miraba como trataba a su hermano en ocasiones y sentía celos, pero es su hermano ¿Que podría pasar? Nada fuera de lo común, cuando tienes a un ser querido cerca de ti por muchos años, la única cosa que haces es tomarle afecto y cariño.

Pero los tratos de Hoseok eran muy diferentes, lo trataba como una pareja, un novio al cual debía cuidar y respetar en todos los aspectos, lo amaba como a nadie en el mundo no podía estar separado de el por más de una hora pues su corazón lo buscaba hasta encontrarlo, cualquier cosa que quisiera hacer el siempre estaba presente en todo lugar, sin importar lo más privado que sea.

¿Podemos estar juntos? ➸ HopeMin ❪✓❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora