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La noche se aproximaba, desde la altura de las montañas se podía observar como el sol iba desapareciendo poco a poco, dejando su único resplandor rojo a los costados.

Apenas saldrían de casa, el mayor se encontraba desesperado ya sentado en el automóvil, no entiende por qué Jimin tiene que tardar tanto tiempo en arreglarse, si es algo simple, colocar la playera y pantalón y listo, pero, el pelinegro no lo miraba de esa forma, el quería mirarse bien y causar una leve impresión aunque fuera su mismo hermano.

Termino de cepillar su cabello, volvió a mirarse por quinta vez en el espejo acomodando el delineador de las esquinas de sus ojos evitando que esté fuera a correrse en el camino.
Su madre no tomo a mal que ellos salieran, después de todo solo eran hermanos.

Hermanos.

Llegaron al lugar donde la sala era oscura, apenas y empezaba la película, la pantalla estaba reflejando los comerciales donde aparecen los trailers de las próximas funciones.

Pensó que recibiría un halago de parte del pelirrojo quien no se tomó la molestia de decirte un: te ves bien, así me gustas más, te quedan perfectos esos pantalones, me encantan tus ojos, esos pensamientos no llegaban a la cabeza de Hoseok por prestar un poco más de atención a los dibujos que aparecían en la pantalla.

Si el mayor en esta situación no hacía absolutamente nada iba a tener por seguro que Jimin saldría enojado de la función, aparte de que su mueca ya estaba presente al igual que su cruce de brazos.

- Voy al baño - susurró. Se levantó del asiento con cuidado evitando hacer ruido para que los presentes no fueran a molestarse.

Tenía ganas de llorar, su mente no se quedaba un momento tranquila, seguía pensado que Hoseok no lo quería y que esas cosas que anteriormente le dijo solo fueron la causa de una burla. Jimin seguía esperando con ansias esa platica, la conversación que le había prometido hace unos días, donde el pelirrojo le explicaría el por qué no le dijo que iba hacer padre a tan corta edad.

Sorbio por su nariz al mirar que su hermano estaba subiendo las escaleras para regresar a su lugar, no le prestó atención y decidió concentrarse en lo que habían venido a ver.

Salieron y ninguno decía nada, el mayor tenía vergüenza de entablar una conversación por lo que esperaba que el pelinegro lo hiciera primero.

- ¿Vamos a los bolos? Remodelaron el lugar- sonó entusiasmado ese era uno de sus juegos favoritos estando en esta plaza.

- Quiero ir a casa - esquivo su mirada distrayendose con la fuente que tenían ahora enfrenté.

- ¿Que tienes? ¿Estas enojado?. - paso su mano por la mejilla del contrario quien la corrió de inmediato.

No era tonto, después de todo sabía sus comportamientos, identificaba cuando estaba, feliz, aburrido, triste y enojado, como lo está ahora.

-¿Por qué estás enojado?. - se paró enfrente suyo para llamar su atención.

- No estoy enojado, vámonos a casa tengo que hacer mi tarea - mintió, los labores de su universidad los había terminado hace dos días por lo que tenía el fin de semana libre.

Hoseok asintió sin seguirle preguntando, no quería fastidiarlo más, al final no conseguiría nada o terminarían peleando como aquella vez.

Entro al vehículo del pelirrojo quien comenzó a manejar muy lento, no quería llegar a casa a pesar de que no converso nada con el y no tuvieron mucho acercamiento fue un día espectacular que lo lleno de amor con tan poco. Fueron sus cuatro mejores horas.

La cara de Jimin cada vez se tornaba más roja su mundo de irritación era tan fuerte que llegó a sacarse sangre por enterrar sus uñas en sus mismos brazos.

-¿Por qué estás tan serio? ¿No te gusto la película?.- inocente pregunto mirándolo de reojo.

- Solo déjalo así, está bien - suspiro tratando de controlarse ahí dentro.

- Dime...- freno el auto- ¿Que no te gusto? Puedo arreglarlo ahora.- le hablo coqueto mientras sonreía de medio lado.

- No puedes arreglar nada, sigue con tu camino mejor. - señaló con su barbilla formando un puchero con sus labios.

Mordió su labio por dentro, si no quería decirle tampoco le estaría rogando, le dió una oportunidad y el no la acepto.

Llegaron a casa el reloj apenas iba a marcar las diez de la noche, saludaron a sus padres quienes llevaban ya la cena a sus bocas, Hoseok se decidió por comer ya que no había probado alimento en varias horas.
Mientras que Jimin renegando subió las escaleras, se pegó cuatro cachetadas seguidas tornando sus mejillas más rojas de las que ya portaba.

Lloro contra la almohada hasta cansarse, hasta sentir que su garganta ya no podía, grito demasiadas veces internamente consiguiendo que sus ojos se cerrarán, quedándose finalmente dormido.

¿Podemos estar juntos? ➸ HopeMin ❪✓❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora