Dios mismo desearía tener mi suerte?! (Parte 1)

Capítulo 45: Tú eres tú y yo soy tú (11)

<><>Leona POV<><>

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"¿Dónde...?"

No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado desde que quedé inconsciente, fue demasiado extraño, el sujeto se movía a una velocidad aún más rápida que la de Chris, no tuve ni la más mínima oportunidad de esquivarlo o dar pelea.

"Si estoy aquí eso quiere decir que a Chris no le fue mejor... espero que este bien"

Aunque Chris ya me había contado de la existencia de este mundo aún es increíble verlo por primera vez, la lúgubre atmosfera y la espesa niebla hacen de este un lugar único, aparte de eso existe una extraña sensación de familiaridad.

"No ¡¿Por qué estoy aquí?! ¡Tengo que salir de aquí!"

"¿Por qué está viva?"

"El mundo puede ser tan injusto"

"No te mereces esa vida que tienes"

"!!!!"

No tarde mucho tiempo en ver que el lugar donde estaba era la aldea en la que viví cuando era pequeña, debido a los malos recuerdos que tenía de este lugar trate de salir rápidamente, pero varias sombras comenzaron a hablar mientras el suelo se llenaba de sangre.

"Niña maldita"

"Los has matado a todos"

"Ojalá murieras"

"¡No! ¡Se equivocan! ¡Yo no quería que sucediera eso!"

"Mentiras"

"No eres más que una asesina"

"Incluso has matado a tu familia"

"¡Cállense! ¡CÁLLENSE!"

"¿Oh? ¿La pequeña niña no puede soportar la verdad? ¿O simplemente haces la vista gorda?"

"¿Q-quien eres tú?"

"Yo soy Leona Heidern"

Antes de que me diera cuenta apareció otra yo, todo era exactamente igual a excepción de su cabello que brillaba con un color rojo sangre y sus ojos que tenían un brillo dorado.

"Es tiempo que pagues por tus pecados"

Sin darme el suficiente tiempo para pensar la otra yo comenzó a atacarme, aunque intentaba defenderme mi mente no podía procesar bien todo lo ocurrido por lo cual termine rápidamente con varias heridas que hacían que perdiera sangre a gran velocidad.

"Solo eres una asesina, mereces morir"

"¡No lo soy!"

"Si lo eres y yo lo sé muy bien, porque yo soy tú"

"¡Es mentira! ¡Tú no eres yo!"

"¡Hahaha! ¡Ven a mí el poder para hacer justicia al pueblo!"

Ante mi apareció algo parecido a un dragón, era completamente rojo, tenía 7 cabezas, todas con un par de ojos dorado mirándome, la cabeza central tenía sobre ella la parte superior de una figura humanoide, era lo que quedaba de mi otra yo, su largo cabello rojo creció lo suficiente como para cubrir las partes importantes del pecho.

"Soy una sombra, mi verdadero yo ¡Ahora muere!"

Ahora con ese enorme monstruo a punto de atacarme solamente me podía quedar tontamente mirando mientras venia por mí, si estuviera en mejores condiciones habría considerado pelear, sin embargo, me encontraba herida, la falta de sangre había ralentizado mis movimientos, lo único que podía era cerrar mis ojos y esperar que todo acabara rápido.