Capítulo 43

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Sabía que algo no estaba bien y con los nervios de punta levanto su temblorosa mano, tomando el pomo de la puerta lo giro lentamente y halo, debajo en el suelo yacía con sus brazos abrazando sus piernas y la cabeza escondida sobre las mismas la silueta de aquel ruso por primera vez tan pequeña que no parecía ser el mismo, poco a poco el platinado levanto su cabeza, lo observo por unos instantes sin poder procesar lo que acontecía en ese momento.

Frente a él, pequeñas lagrimas amenazaban por salir de esos ojos color cielo, el terror se veía reflejado en sus pupilas, su corazón latió para romperse sin saber cómo reaccionar y sin esperarlo el otro se levantó y se arrojó sobre él a pesar de ese acto no parecía tener fuerza alguna y el cómo pudo lo sostuvo rodeando el cuerpo ajeno, abrazándolo.

*-*-*-*-*

Una voz conocida sonó a lo lejos, haciéndolos reaccionar, era Lilia, la mujer caminaba por el pasillo en su dirección visiblemente irritada pero al llegar junto a ellos su rostro se relajó, formando una pequeña sonrisa.

Saludo a Yuuri con un abrazo y le pidió que aguardase unos momentos, llevándose a Víctor con ella.

Caminaron unos minutos por los pasillos del hospital, alejándose de cualquier mirada curiosa, al llegar a uno bastante solitario se detuvieron, la mujer se aseguro que estaban solos, al cerciorarse de ello, observo con cuidado a su hijo y sin pensarlo mas lo abrazo, llenando al Alfa de amor y seguridad. 

-¿Cómo se enteraron?- pregunto el Alfa aun entre los brazos de su madre.

-De la misma forma que antes, metiéndose donde no les importa.-

-Mama, Yuuri... su estado es delicado.-

-Por eso se quedaran ambos aquí, ya hable con el personal del hospital, ninguno podrá entrar y ustedes saldrán mañana por la puerta trasera, el hospital accedió a resguardaros y protegerlos a cambio de dinero, obviamente, y los periodistas también recibieron su parte para no publicar nada aun, son unos sangrones entrometidos. El anuncio lo harán ustedes mañana. 

-¿Anuncio? ¿Hablas de una rueda de prensa? Mamá ellos atacaran a Yuuri.-

-Por eso estarás con él, eres un Alfa, debes proteger a tu Omega y cachorro-

-Nos comerán vivos, apenas y he salido vivo yo-

-Víctor eres un Nikiforov, es hora de que superes tus miedos y salgas a dar la cara, hace años nosotros te protegimos junto con toda la familia, hoy tú debes proteger a tu nueva familia.-

Cuando logro procesar lo dicho por su madre se paró recto, tomo aire y junto todo el valor que tenía, serio asintió a las palabras de la mujer, ella orgullosa acaricio la mejilla del peli plata suavemente regalándole la más cálida de las sonrisas a la que él respondió con un –Gracias-

Se dio la vuelta, corrió por los pasillos de vuelta a la habitación del azabache.

Al llegar frente a la puerta blanca del lugar todo el valor se esfumo. Con las manos sudando exageradamente toco la puerta, la dulce y suave voz se escuchó dando su permiso, abrió la puerta y cerró los ojos, avanzo uno, dos y tres pasos, rogando por no caerse pero sin el valor de abrir sus ojos, se volteó a la derecha quedando frente a la camilla ajena.

Abrió lentamente sus ojos apretando sus puños hasta dejar blancos sus nudillos

-Yuuri ¿podemos hab..?- sus palabras quedaron en el aire ante la imagen más tierna que jamás soñó, sobre la camilla, había una pequeña montaña de ropa ¿suya? Oh si, era todo suyo y por entre la misma se veía al lindo Omega, el cual al percatarse de todo se sonrojo hasta sus orejas y se escondió debajo del bulto.

¿Destinados?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora