La voz

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Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, pero ¿nadie les enseñó a ser amables?,  me han hecho tantos comentarios poco agradables a lo largo de toda mi vida, tanto de chicos como grandes recibí palabras de odio, odio hacia mi aspecto, a mi manera de pensar, incluso mi manera de relacionarme con los demás. 

Todas esas frases han quedado grabadas en mi mente y como cassette en repetición las escucho una y otra vez, sólo que está vez vienen de mi propia voz, y con cada palabra me hago cada vez más pequeña.

Llega el punto en el que esa voz tiene sus propias palabras, diciéndome las mil y una veces que he echado todo a perder, o las mil y una razones para dejar de existir.

"Sería muy fácil, deberías dejar de estar aquí"

Si bien esa voz me ha hecho llorar, más de una vez, he decidido combatirla, callarla, evitarla, por que escucharla me causa dolor, un dolor tan profundo, que más que emocional parece físico.

Luchando conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora