No recuerdo haber tenido una mala infancia, jugaba mucho en la naturaleza, tenía mucho cariño de mi familia, recuerdo tener amigos.
Luego me mudé. El jugar en la naturaleza y el cariño familiar no cambió, pero las amistades ya no existían, no sé si les pasa igual que a mi, pero me entristece cuando empiezan a hablar de sus mejores amigos y son personas que llevan con ellos toda una vida. Mi amistad más antigua es de hace 3 años.
Es muy triste que siendo una pequeña niña tengas que pasar tus tiempos libres encerrada en una biblioteca, no me tomen a mal, amo leer, y los libros siempre me han refugiado y acompañado, pero a esa edad uno debe aprender a relacionarse con los demás, y yo aprendí a relacionarme con la imaginación, el papel y la tinta.
Me pasaba horas y horas hablando con adultos por que eran los que mejor entendían mis pláticas, tanto leer había ampliado mi vocabulario y dañado mi vista.
Y por eso creo que no tenía amigos, pues prefería un buen libro en el receso que estar corriendo tras otros niños, por que prefería admirar una abeja, que matarla, y claro, por que prefería sentarme bajo un árbol que treparlo o ver caricaturas (cabe destacar que también amo las caricaturas, aunque no siempre tengan lógica).
El no saber relacionarme con gente de mi edad me ha traído problemas, pero nunca ha sido el fin del mundo.
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Luchando conmigo
Non-FictionPara todos los que han escuchado una voz en sus cabezas que los critica sin parar, para cualquiera que crea que no es suficientemente bueno, he aquí mi historia, no es una guía de autoayuda, no es una historia de superación, sólo mi vida, y la de la...