¿Crees en las brujas?

Promesas

Apenas el sol asoma por la cortina de mi ventana cuando me pongo en pie y voy hacia el armario a ponerme ropa diferente, es el último día de clase y no es necesario ir con uniforme, por fin. Me estoy lavando los dientes cuando escucho el eco de la discusión que tienen mis padres en el piso de abajo. Me enjuago la boca y cierro el grifo para ver si escucho algo ya que muy pocas veces discuten y las pocas veces que lo hacen no lo hacen así.

- ¿Entonces me puedes decir qué quiere decir este mensaje? Aunque creo que lo que dice está bastante claro. -Oigo que dice mamá con la voz casi temblandole

- Se han equivocado cariño, te lo aseguro. -Suplica papá

- ¿Alguien que se equivoca sabe tu nombre, sabe el mio, se llama como tu secretaria y habla como ella? -Y tras decir esto todo se queda en silencio.

No tengo ni idea de lo que ha pasado pero ahora no se si ir a clase bajando las escaleras como las personas normales o si salir por la ventana. Opto por la primera. Abro la puerta de mi habitación poco a poco por si escucho algún grito volver a cerrarla de golpe y hacer como que no se nada. Siguen callados asi que bajo la escalera cuando escucho a mi padre decir:

- Marissa yo de verdad que...

- Cállate, ahora no es momento. -Dice mi madre cuando me ve en el último escalón.

Mi padre que sabe a que se refiere no dice nada mas. Gira la cabeza un poco más y me mira de reojo. Sigo caminando a la cocina y me preparo un café. Mi madre lo evita con la mirada y mi padre se muere de ganas de que no fuese hoy a la escuela, no, hoy no. Quizás una escapatoria para pensar quien sabe qué excusa pero por lo que he oído lo tiene complicado. 

Nadie dice nada y me siento muy incomoda estando en medio de todo este lío asi que apuro el café y me voy hacia la puerta a coger mi bolso.

- Que tengas un buen día. -Dicen ambos a la vez 

- Ustedes también.

Y espero que ese "ustedes también" le ayuden en algo, porque les hará falta. 

Espero el bus sentada en la estación cuando viene Clara y se sienta a mi lado. No me apetece hablar con ella por lo de la noche anterior asi que decido hacer como si no supiera que está ahí.

A los minutos se gira hacia mí y noto que su mirada está impaciente, tiene ganas de contarme algo pero hasta que no se lo pregunte no lo va a decir. Asi que finalmente cedo.

- ¿Qué es lo que quieres?

- Buenos días a ti tambien, Aina la radiante, Aina la feliz, Aina la...

-¿Qué es lo que quieres? -Le vuelvo a decir cortante

- No, ya nada. -Se gira hacia delante y nos quedamos calladas.

Cuando por fin comprendo que ella es así y que muchas veces hace esas cosas sin darse cuenta decido perdonalar en voz baja, aunque ella no hubiese suplicado mi perdón. Cambio el chip y me imagino que me da un brote de alegría mezclado con intriga.

- Oh, Clara, por favor, no puedo aguantar más. ¿Me lo cuentas? -Y dicho esto se gira velozmente como si estuviera esperando una eternidad a que yo dijera eso. Me dan ganas de reir pero me contengo.

- No te lo vas a creer. -Dice con un entusiasmo que en cierto modo me da miedo.

- Si no me lo cuentas... -Replico

- Anoche perdí la virginidad. -Suelta de golpe, tras pensarlo unos segundos.

- ¿Qué? -Pienso en qué momento podría haber ocurrido eso y sobre todo con quien pues hasta donde yo sé o sabía ella no tenía novio.

- Jurame que no se lo vas a contar a nadie por lo mas que quieras. -Y levanta el dedo meñique.

- Lo juro. -Y levanto yo también el mio y lo cruzamos.

-Ayer cuando te fuistes tu a los cinco minutos se fueron los demás menos María y Marcos. Luego María se fue al baño y...

- NO ME LO PUEDO CREER, ¿HAS FOLLADO CON MARCOS?

- ¿Te puedes callar y bajar la voz? -Y hago como que me cierro la boca con una cremallera. - Bien pues María se fue al baño y él y yo nos quedamos solos y empezamos a hablar de la pelicula y en apenas unos segundos terminamos hablando de sexo,  de la última vez que lo había hecho y justo ahí salio María y nos pregunto de qué estabamos hablando asi que se lo contamos. Ella había dicho que hacia unos cuantos meses con uno de bachillerato y yo en ese momento me sentí en total confianza y les dije pues eso, que era virgen.

- Madre mía, podrían haberselo dicho a cualquiera.

- A ellos no les interesa que nadie se entere-

- ¿Cómo estás tan segura de eso si a la media hora de irme de tu casa pusieron mi foto en facebook?

- Pesada, si me dejas terminar te lo cuento. Pues bien. Ellos no se lo creían para nada y me preguntaron como es que no he tenido relaciones con nadie y les dije que era porque siempre que estaba en el momento me daba miedo y siempre me escapaba de esa situación.

- Ve al grano.

- Luego yo fui a la cocina por unas cervezas y cuando volví ellos se estaban besando. -Madre mía, no me lo puedo creer. - Yo me iba a ir a mi cuarto a darles intimidad y entonces Marcos me llamó y me dijo que no me fuera, que me sentara a su otro lado.

En ese momento llega el bus y ella se pone seria y deja la conversación a la mitad. Nos subimos y nos sentamos en los asientos traseros, donde no hay nadie.

- ¿Y después que pasó?

- Cuando me senté a su lado María asintió con la cabeza a Marcos y yo no sabia a que se refería hasta que él se giró hacia mí y empezó a besarme.

- No puede ser.

- Ya te dije que no me creerías. El caso es que despues de estar los besandonos él empujó la cabeza de María hacia la mía y nos besamos también. -No puedo creer lo que me está contando. - Después de todo subimos a mi habitación y el resto lo dejo a tu imaginación. -Y se empieza a reir.

-Dame tiempo para asimilarlo

- Me has jurado que no se lo dirías a nadie

 - ¿Y a quién creea que se lo voy a decir?

Con esta última frase terminamos la conversación y nos quedamos varios minutos del viaje en silencio. Quisiera decirle tantas cosas. Quisiera decirle que está loca. Quisiera preguntarle que tal la experiencia. Quisiera preguntarle por mas detalles. Pero ya que ella me ha contado ese secreto quiero contarle yo algo.

- Oye, Clara, tengo algo que contarte. -Se gira eufórica hacia mí.

- ¿Tú también has hecho un trío? -Y cuando termina me empiezo a reir.

- No, no es eso. Es que ayer cuando me fuí de tu casa... -Y le conté todo lo que me pasó, todo lo que sentí y todo lo que pensé.

- Venga ya. ¿Ya estás con esas cosas otra vez? Eso es que te dió miedo la pelicula de anoche y ya está. Empezastes a imaginar cosas, eso es todo. -Y me molesta que diga eso.

- Una cosa es que por la imaginación escuche ruidos y otra cosa es quedarme clavada en el suelo. -No le doy tiempo a responder, me levanto y me voy a un asiento mas adelante que está solo y me siento al lado de la ventana.

¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué no me cree nunca?

Seguimos el camino y a los 20 minutos ya estamos en la puerta del colegio. Espero que salgan todos y escucho que alguien detrás de mi me dice algo.

- Yo si te creo. -Miro hacia atrás y no hay nadie. ¿Me estoy volviendo loca?

En el instituto hay mas color que nunca, y no me refiero a los carteles que hay pegado a las paredes. Diferentes personas con diferente ropa pasan por al lado mio. Parece que han esperado ansiosos este día no solo para que acaben las clases sino para mandar a la mierda al instituto, o al menos, al curso ya pasado.