Autos, moda y carreras prohibidas

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La musica resonaba y parecía que en cualquier momento iba a romper las ventanas de la enorme casa de Token. Su cabeza le dolía por tanto alcohol que había tomado el día anterior. Ahora se arrepentía. Y en realidad no había sido su idea tener una fiesta improvisada en la casa de Cartman, con toda la colección de licores que había guardado la mamá de aquél gordo en una pequeña alacena en su sótano.

Tampoco había sido su idea bajar, abrir la puerta de aquél anaquel que las contenía y beber un trago de cada botella. Y que Stan fuera un alcohólico y que Cartman había escondido un poco de alcohol en la bebida de Kyle (para verlo hacer el ridículo o algo así) no ayudó para nada.

Así los cuatro habían terminado tirados en la sala de Cartman muy felices, excepto Stan quien, por tanto alcohol en su sangre, vomitó sobre Cartman, y claro, también a excepción de Cartman por el vómito. Tan solo recordar esa tonta escena y las risas de Kyle que le siguieron, sintió que el dolor de cabeza se le pasó un poco.

Y ahora iba a otra grandiosa fiesta que de igual forma prometía alcohol, y sin ser suficiente satisfacción, también iba Craig. Ya no iba a haber profesores, adultos responsables o pendejos homofóbicos que le hubieran impedido declararse.

-Kenny, aún me duele la cabeza.- Dijo Cartman sosteniéndose de un barandal del patio de Token como si se estuviera muriendo. Kenny rodó sus ojos.

-Culón, hijo de perra, eres mi puto mejor amigo y cuando yo digo que me acompañarás a una fiesta, es que me vas a acompañar, ¿lo entiendes, cara de verga?- Jaló a Cartman de su brazo gordo, no importaba si el culón era pesado o no, porque de ninguna manera iba a llegar sólo a la fiesta de Token.

Cartman se quejó pero finalmente se dejó arrastrar hasta la susodicha fiesta. Kenny sonrió, había veces que Cartman era un pendejo, de eso a nadie le cabía dudas, pero sólo él entendía la complejidad, muy grande, enorme, gigante complejidad que se escondía tras esas lonjas. Cartman era demasiado complejo, tan solo a Butters se le hubiera ocurrido gustarle alguien como ese gordo.

Soltó una risa. Imaginar a Cartman yendo de la mano de Butters por aquí y por allá, con flores en el cabello y ángeles cantando "Notions" a su alrededor, era digno de una postal muy buena.

-¿Te ríes de mi sufrimiento, pobre?- Preguntó Cartman casi en un susurro.

-Sí, Cartman: me río de ti, junto con las imágenes gays tuyas y de Butters.

Cartman no protestó por la respuesta, lo cual fue muy raro. Sin embargo, no duro mucho el gusto de Kenny, pues llegando a la mitad de la sala donde se habia hecho la fiesta, grito un tremendo "¡KENNY!" cuando lo alcanzó la comprensión. Por suerte que él ya estaba lejos para aguantar las consecuencias de sus palabras.

No iba a quedarse a morir.

•~•~•~•~•

Tweek fue la primera persona que notó cuando salió al patio trasero (¿patio trasero? ¡Parecía un país entero ahí atrás!) y empezó a buscar a Craig.

Le había pedido muchas indicaciones a varias personas para llegar hasta donde estaba Craig y había pasado como quince minutos buscándolo. Muchos s los que les preguntó le dijeron que estaba donde Tweek. Y este último estaba frente a él sin su azabache favorito (el segundo luego de Stan).

-¿Dónde está el crayolas?- le preguntó al rubio, pero pareció no escucharle por su capucha y la música a volumen alto- ¿Dónde está Craig?- repitió más fuerte y claro, quitándose su gorro.

-Es-estaba en frente de la casa con unos tipos.- Tweek se mostró nervioso, y Kenny no sabía porqué.

Le dió las gracias, le dijo un par de sugerencias para divertirse en esa fiesta y le pidió que cuidara a Cartman dándole permiso para golpearlo si no obedecía. La sonrisa malvada de Tweek le dijeron que lo haría.

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2020 ⏰

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Listo o no (Crenny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora