𝓞𝓷𝓮

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Era la cuarta vez que le llamaba y seguía sin contestar a ningún llamado.

Lo único que se escuchaba eran los tonos de espera una y otra vez.

Me tenía preocupada. Hace más de una semana y media que nadie de nuestra secundaria sabía nada de él, siendo una de la semana de clases más aburridas que tuve que soportar.

Por desgracia no era lo mismo sin Jungkook.

Al tocar el timbre que indicaba el termino de nuestros horarios tomé con rapidez mis cuadernos y lápices; los cuales ni siquiera me preocupé en acomodar correctamente. Y al ya tener todo listo salí más que apresurada del salón ganándome miradas extrañas de parte de Hoseok y Yoongi los cuales habían estado charlando conmigo hace unos minutos atrás.

Debía saber algo sobre él, si no tarde o temprando estos nervios me carcomerían viva.

(...)

Aquella gran residencia a la que siempre solía venir con Jungkook se hallaba frente a mí.

Con algo de nerviosismo toqué el timbre repetidas veces, sin recibir respuesta alguna.

Cuando estaba dándome por vencida y decidida a regresarme a casa la puerta principal se abrió dejándome ver a su madre.

La señora Jeon era idéntica a su hijo; una mujer muy dulce que siempre lucía radiante... Aunque debía admitir que esta se veía distinta el día de hoy.

Su mirada estaba apagada y tenía una expresión de tristeza dibujada en su rostro, la cual se hizo más clara al darse cuenta de mi presencia.

- ____, cariño voy de salida. Jungkook está en su habitación.-Hizo una pausa girando su cabeza para dirigirla hacia la ventana que daba justo con la habitación de él y luego regresando su vista hacia mí.- Últimamente ha estado bastante decaído. Espero que tu visita lo alegre un poco... Adiós pequeña.

Hizo una reverencia y sin decir más se retiró del lugar.

"Sabía que algo andaba mal".

SILENT LOVE || JUNGKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora