SILENT LOVE || JUNGKOOK

𝓕𝓸𝓾𝓻

...Tiempo después...

-¿Qué se le ofrece caballero?- Dije sacando una lapicera del bolsillo para anotar la orden.

Me logré conseguir un trabajo de medio tiempo para ganar algo de dinero y poder ahorrar.

- Necesito un Frapucchino y... si es que pudieran, una camarera más atractiva por favor.

- ¿Disculpa?- Quité la vista de la pequeña libretita que poseía en mis manos y la dirigí hacia el cliente.

Dí una sonora carcajada llamando la atención de mis compañeras de trabajo y de otros clientes que se encontraban desayunando en el lugar.

- Y para colmo es ruidosa, quisiera hablar con su supervisor- sonrió.- Tanto tiempo sin vernos.

"Tan perfecto".

- Te extrañe. Siéntate conmigo.

-Estoy en horario de trabajo, ahora no puedo. Lo siento.

- Pues... ¿a qué hora terminas tu turno?

-En...- miré el reloj que se encontraba en una parte alta de la pared- 30 minutos más o menos.

-Pues esperaré.- Yo negué con la cabeza en desaprobación.- No te pregunté si podía quedarme. Tú solo dedícate a trabajar holgazana.

Realmente el volver a encontrarlo me hizo demasiado feliz.

Pasaba de mesa por mesa con una enorme sonrisa en el rostro. De seguro me debía ver patética y aterradora a la vez.

(...)

- Pensé que te irías- tomé asiento delante de él y observé su perfecto perfil, el cual miraba a los autos pasar de lado a lado a través del gran ventanal que daba vista a la calle.

- Pues aquí estoy.- Sonrió mostrando todos sus dientes, parecía un niño.- Mientras movías las nalgas de aquí para allá yo aproveche el tiempo para terminar un reporte.- Me señalo un pequeño maletín que estaba a su lado.- Por cierto...- apuntó detrás de mí, al voltear vi a dos ancianos los cuales comían panqueques.- Esos viejos verdes no paraban de mirarte el trasero- ambos nos comenzamos a reír.

Ordenamos algo de comer y platicamos un buen rato de variadas cosas, hasta que salió el tema.

Me contó que habían tenido una niña.

Una niña sana y muy linda que según él era muy parecida a su padre, de seguro lo decía para subirse él mismo el ego.

(...)

-Es ella- me la entregó acomodándola cuidadosamente entre mis brazos.

Tenía unos pequeños y finos ojos de tono café claro como los de su madre. Tenía los mismos labios y color de cabello que Jungkook. Era casi como él, pero en un cuerpecito diminuto y femenino.

La familia de tres parece perfecta.

Ese fue mi pensamiento al verlos tan felices con su hija.

Luego de compartir un rato junto a ellos me despedí y me encaminaron hacia la puerta.

Al ya cruzar el jardín, me giré para verlos. Pésima decisión...

Jungkook tenía tomada la mano de ella mientras que cargaba de una forma bastante tierna a su niña.

Me aleje de allí con el corazón partido.

Jungkook ya tenía una vida hecha.

El ver como las miraba a ambas me hacia sentir peor, las observaba como si nada tuviera más importancia en su vida a parte de ellas.

Ambos son grandes padres, no lo puedo negar, son felices y están juntos.

No siento odio hacia ellas, pero aun así nada me quita el pensamiento de que por sus culpas él cambió.

Ya no es mi mejor amigo, ya no es el hombre con el que soñé comprometerme desde pequeña y con el que me imaginé ser feliz el resto de mi vida. Ya no estudia, ya no sale a fiestas. Dejó demasiadas cosas que alguna vez tuvieron gran importancia en su vida de lado.

Me arrepiento de jamás haberle dicho que estaba locamente enamorada de él y haberme callado tanto tiempo, tal vez las cosas podían haber sido distintas.

Sé que suena como algo demasiado egoísta. Pero desearía que él nunca hubiese sido padre.

🦋FIN🦋

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Muchas gracias por acompañarme durante el transcurso de esta historia
~Yani