Capítulo 1.

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SÍ, yo la maté.

Quiero que grabes y anotes, no quiero que se te escape ninguna palabra. Te escogí a ti por ser el mejor periodista.

Vale, que a veces detesto a los periodistas por inventar cosas o por hacer noticias falsas, pero confío en ti.

Como te venía contando, yo la maté. No te imaginas la belleza que desprendía sus ojos después de muerta, ohh fue... oh claro vamos al punto, eso es lo único que a ustedes les importa. Eso de lo que pueden hacer noticias, destacar en el diario del día siguiente con título potente, aparecer en la radio y después en la televisión. Eso que les ayudar ganar una fama que no merecen.

Ponte cómodo, es un relato muy largo y quiero que estés a gusto para lo que viene a continuación.

Como te contaba, la maté y debo confesar que no me arrepiento de nada, creo que le hice un bien a este jodido pueblo, pero no busco ser reconocido, de todas maneras me encerraran en la cárcel con quien sabe cuántos años.

¿No quieres una taza de té? ¿Café? ¿No? Hay galletas. Te harán falta, esta historia es muy interesante amigo mío.

Bueno ¿en dónde me quedé?.

¿Qué?, ¿no he empezado? Oh lo siento, ya lo haré.

Su nombre era Molly y la conocí en un café Internet, dónde se podía leer también. Mi adicción por la literatura y mis gustos por el café reunidos en un solo lugar. ¡vaya paraíso!

Estaba sentada en uno de los rincones del lugar. En sus manos sostenía un libro de Edgar Allan Poe, "El cuervo". ¿Puedes imaginar mi felicidad al ver una chica tan linda leyendo uno de mis autores favoritos?

¿No? Pues lo Estoy haciendo ahora, con esta cara... En fin. Me le acerqué y le hablé con mi acento coqueto. Tras presentarme, dijo conocerme de hace mucho tiempo, y ¿Qué crees? ¡Fuimos compañeros en tercero de primaria! Fue muy gracioso porque ella me reconoció de inmediato y yo no. Pasamos un rato agradable, conversamos sobre nuestra vida y de libros, muchos libros.

Nos seguíamos viendo todos los días, me estaba enamorando de ella.

Me encontraba bastante alegre y cómodo al lado de Moll y que recuerdo esta fecha a la perfección. Era un grisáceo 8 de abril, el clima estaba frío y presentaba síntomas lluvioso por lo tanto decidí acompañar a Molly hasta su casa. La intensa lluvia se hacía más fuerte.

El camino fue largo; vivía a las afueras del pueblo, en una casa de madera, muy grande hasta tenía un sótano.

La lluvia era fuerte así que entramos rápidamente a su casa.

Grave error.

Si la hubiese dejado allí y me hubieses marchado, amigo mío, seguramente no estaríamos aquí.

Prosigo. Una vez dentro, Molly me dio una toalla seca para secarme, ella bajó las escaleras del sótano con sus ropas mojadas lo cual me pareció raro ¿No quedaba su habitación arriba?.

Los truenos hicieron presencia y, esto sonará gracioso pero casi me hago en mis pantalones.

Gracioso ¿No? Entra a una casa sola con una chica y una tormenta igual a ésta.

Empecé a llamar a Molly a gritos pero no recibía respuesta. la luz de la casa se encendían y apagaban continuamente. Tomé una linterna que había en una de las mesas y me arme de valor.

¿A quién engaño? Quería largarme de ahí pero me preocupaba Molly.

Entre la oscuridad bajé cuidadosamente las escaleras del sótano y un olor repugnante salía de ahí. Casi vomito.

Resbale en el último escalón, me Sentí tan torpe en ese momento, agradecí que nadie estuvo allí para verme.

Me levanté bruscamente. Levanté la linterna y no me creerás lo que vi...

Relato de un Asesino [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora