Capítulo 2.

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Sonará loco, o dirás que estuve viendo cosas después del golpe pero estoy muy seguro que no fue por la caída.

Vi brazos, piernas, abdomen e incluso cabezas humanas colgar del techo.

No entiendo cómo fue que no grité en ese instante.

Quería salir corriendo de ahí pero, como dice aquel refrán "la curiosidad mató al gato".

Seguí caminando y me dirigí al refrigerador que estaba en el fondo. La abrí esperanzado que no fueran órganos o algo así y sí en algún momento pensé que eran órganos, acerté.

En recipientes de vidrio reposaban corazones, hígados, pulmones, ojos, riñones e incluso algunos cerebros.

La escalofriante escena hizo que vomitara en el lugar. Si, fue asqueroso.

Cuando en realidad quise salir de ese infierno la muy puta se puso frente a mí con una maldita hacha en la mano.

Un aliento entrecortado capaz de hacer que el más valiente se meara en sus pantalones. Detesto los escalofríos ¿y que crees lo que sentí al verla con un hacha en la mano? Si no hubiera estado petrificado probablemente habría llamado a mi mamá.

Tartamude su nombre varias veces y me disculpe por bajar sin su consentimiento y le dije que ya era hora de marcharme.

Por otro lado ella no me habría dejado ir tan fácilmente después de ver todo su "tesoro" en su sótano.

"¿Te vas tan pronto? ¿Por Qué no te quedas para la cena?" . Me decía mientras con pasos pequeños se acercaba a mí.

Yo retrocedía con gran temor, el hacha que sostenía en su mano parecía afiliada. Pensé que ese era mi fín.

Para mi suerte ella resbaló con mi vómito al lado del refrigerador lo cual me dio ventaja para salir de ahí, pero no lo suficiente. Ella rápidamente se puso de pie y empezó a correr detrás de mí.

Cerré la puerta del sótano y Busqué algo para poder detenerla de una buena vez. Si salía de ahí probablemente me iría a buscar más adelante para matarme. Corrí hacia arriba y empecé a buscar un arma.

Las jodidas habitaciones de la casa eran grandes y muchas, al principio encontré una espada, muy bonita como para colgarla en la pared. Encontré una caja debajo del tapete y en ella un rifle con 4 balas en otra caja pequeña acomodada delicadamente en la caja grande.

Sin pensarlo tome el rifle y acomode las cuatro balas en el arma. Mi mano temblaba pero cargué el arma y salí cuidadosamente del cuarto. Bajé y escuché los pasos agitados de Molly o debería decir la loca psicópata asesina.

Me armé aún más de valor y la encare.

Cuando la tuve enfrente parecía inocente, tenía escondida el hacha ¿Puedes creerlo? Me dijo que la ayudara, pero no me dijo en qué. Le dije que me dejara en paz pero su respuesta fue que no me dejaría ir. Jale el gatillo de mi arma y le di en su hombro izquierdo,no quedé satisfecho y dispare las otras tres balas que tenía.

Cuando ella cayó supe inmediatamente que la había matado. Salí sin pensar de ese maldito infierno y aquí estamos, aquí me tienen. Sería muy injusto si me meten a la cárcel, la maté por defensa propia.

He terminado mi relato, ahora publica tu noticia y hazte el boom en las revistas.

El señor Cooper apagó la grabadora y cerró su libro, se puso de pie y agradeció por la colaboración del asesino o víctima de aquella historia.

Relato de un Asesino [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora